La joven de 25 años decidió abrir un merendero en su humilde hogar, luego de que una pequeña se acercara llorando a pedir comida. Hoy, además de sus tres hijos, alimenta a 30 pequeños del barrio y pide colaboración.
La historia de Verónica Brites, una joven de 25 años, resulta conmovedora: con tres hijos y habiendo pasado por situación de calle anteriormente, ha decidido abrir un merendero en el barrio en el que vive, Mundo Aparte, en Villa Astolfi. “Yo estuve en situación de calle, cuando vine al barrio no tenía nada, no tenía dónde ir. Mis hijos y yo, sabemos lo que es pasar hambre y acá hay muchas personas que necesitan y yo ayudo con lo poco que tengo”, comentó a Resumen, Brites.
El merendero, que comenzó a funcionar hace poco tiempo, inició porque una pequeña se acercó hasta la casa de Verónica y, entre lágrimas según cuenta la joven, le pidió algo para comer: “me mató, yo pensaba ‘esto no puede ser’. Después se acercó una madre con su hijo recién nacido y le di lo que podía, lo que más necesitaban”. A partir de allí, Verónica, junto a su marido, comenzó a comprar pan, mermelada, leche y galletitas no solo para sus hijos, sino para los más de 30 pequeños, de entre 2 y 12 años, del barrio que asisten a su hogar. “Mi marido gana poco, pero con eso intentamos comprar lo más necesario para los chicos”, dijo.
Verónica cuenta como ella, su marido y sus hijos, que viven en una vivienda precaria sin baño y un solo cuarto para seis personas, intentan a diario compartir hasta lo último que poseen con aquellos que más lo necesitan. “Acá hay gente con muchas necesidades, a veces hay para comer y otras no. Los chicos vienen y toman la leche parados, porque no tenemos sillas. A veces, no tengo y mi hijo de 6 años me dice ‘dales lo que hay’, porque hemos pasado hambre”, expresó.
Además, la joven contó que ha salido a pedir ayuda para poder mantener el merendero: “De una panadería de acá, de Astolfi, me están comenzando a dar una caja de facturas y media bolsa de pan y, cuando sobra, se los doy a los chicos en una bolsita para que se los lleven a sus casas. Hemos salido con folletos hechos a mano pidiendo ayuda, esperamos que funcione”.
A pesar de las carencias de su familia, Brites afirma que, si pudiera, le gustaría ayudar aún más a las distintas familias que viven en Mundo Aparte, sea con comida, vestimenta, calzado o necesidades básicas que tengan. Por este motivo, está solicitando ayuda de sus vecinos o de cualquiera que quiera colaborar, para que el merendero pueda seguir creciendo y poder ofrecer aún más a esos pequeños. “Me gustaría que me ayuden con ropa, calzado, elementos de higiene, leche, pan, galletitas, mermelada. Cosas que los chicos puedan comer. Incluso me han donado tasas, porque no tenía para darle a todos los chicos. Me encantaría poder darles algo en las fiestas, que se lleven a su casa. Quiero poder seguir colaborando”, concluyó.
Quienes quieran colaborar con Verónica, pueden comunicarse al 011-15- 6255-3773.
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