La ordenanza está sujeta a los cambios que se analizan en diferentes reuniones con participación del Ejecutivo, concejales y sus equipos, colegios de profesionales y los propios vecinos del distrito.
El Código de Planeamiento Urbano continúa siendo uno de los principales objetivos a implementar durante este año, tal como lo ha anunciado el propio intendente Nicolás Ducoté. Por esta razón, las reuniones para avanzar en los cambios que se irán realizando a la primera presentación ya se están llevando a cabo, con participación de miembros del Ejecutivo, concejales, equipos técnicos, especialistas, diferentes colegios profesionales y vecinos.
Al respecto de todo el tratamiento que viene recibiendo la ordenanza y su futuro, el Jefe de Gabinete pilarense, Juan Pablo Martignone, sostuvo: “En noviembre se presentó el expediente en el Concejo Deliberante, con el diagnóstico que se fue construyendo con los vecinos, colegios de profesionales y la ayuda de la UBA a lo largo de todo el 2017, y de alguna manera trazaba un diagnóstico consensuado de todo el territorio, trazando lineamientos para el diseño de un nuevo Código de Planeamiento”.
En tanto, en su diálogo con Resumen, también especificó que esa misma presentación constaba de “un primer borrador del código de ordenamiento territorial, y de ahí en adelante a lo largo de los últimos dos meses y medio, seguimos manteniendo reuniones con vecinos, asociaciones de profesionales y las universidades, gracias a las que fuimos marcando algunos cambios por sugerencia de las diferentes partes”.
Con esas diversas recomendaciones que llegaron, el funcionario explica que “se llegó a un nuevo borrador del Código, que se presentó el martes, y por el cual se agendaron cuatro sesiones de trabajo en el Concejo Deliberante con el equipo de la Universidad de Buenos Aires, el equipo de la subsecretaría de Planeamiento Urbano del Municipio y los concejales junto a sus equipos de asesores”.
Reuniones por cuatro ejes
En esas cuatro citas de trabajo, se pone en consideración ese nuevo “borrador” al cual hace referencia el Jefe de Gabinete. La primera estuvo destinada a un trato global de cómo funciona y encaja el nuevo código dentro del diagnóstico y el lineamiento que se hizo en octubre.
La siguiente, se centró en analizar en detalles los nuevos instrumentos territoriales, herramientas de gestión territorial como la capacidad de establecer convenios y nuevas reglas como el resarcimiento que recibe la Municipalidad con cambios en las parcelas.
Por otra parte, la tercera, que será el próximo martes va a dedicarse a “revisar a fondo los nuevos usos de suelo y las nuevas zonificaciones, para hacer los ajustes”, según contó Martignone.
Finalmente, el próximo jueves “va a haber una reunión bastante larga en la que se va a estar haciendo foco en cada una de las localidades, con planos y mapas del territorio”, manifestó el funcionario, antes de indicar la importancia de que “cada uno de los concejales traiga las preocupaciones que les han hecho llegar los vecinos”.
“Es una ordenanza que tiene que tener una vigencia de varios años a pesar de que establece que se revise cada cinco como una forma de reconocer el dinamismo del territorio. A pesar de eso no deja de ser una ordenanza medular para lo que es la vida y el funcionamiento del distrito. Es la intención de todos sacar un documento lo más consensuado posible”, concluyó Martignone.
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