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Edenor cortó el suministro y retiró el medidor por falta de pago. Al club asisten 800 chicos pero no todos pueden abonar la cuota. Sin subsidio municipal y con pocos ingresos, la entidad busca afrontar el pago de la boleta.
Los aumentos en las tarifas han afectado en gran medida a los pilarenses, desde hogares, comercios y pymes hasta comedores y clubes de barrio que intentan, día a día, subsistir con los ingresos que reciben. El Club Deportivo Villa Rosa ha sido una de las últimas entidades en recibir los golpes de los aumentos luego de que Edenor retirara el medidor por falta de pago.
El problema es que el club no puede afrontar la deuda con la compañía que suministra la electricidad, que ha llegado a más de 11 mil pesos. “El mes pasado nos vino una factura de 9 mil pesos, nunca nos había venido ese monto entonces le pedimos a Edenor si podía venir a verificar que no hubiese ningún desperfecto”, explicó José Barrera, presidente de la institución a Diario Resumen.
Desde la compañía se mostraron dispuestos a comprobar si efectivamente existía algún inconveniente, por lo cual el club decidió esperar la respuesta antes de abonar. Sin embargo, Edenor no se hizo presente y al siguiente mes, llegó una nueva boleta de 2.700 pesos: “Fue un mes y pico de lluvia, casi no tuvimos actividades ni chicos en el club y nos vino ese monto, solo con un freezer prendido”.
La suma de 11.700 pesos era difícil de afrontar, pero estaban dispuestos a hacerlo cuando recaudaran las cuotas y funcionara el buffet. La sorpresa ocurrió cuando el lunes pasado Edenor quitó el medidor. “Retiraron el medidor y nos quedamos sin luz. Ellos son empresa privada, si no pagas te cortan el suministro”, afirmó.
El Club Deportivo Villa Rosa también era utilizado por escuelas, pero con la falta de electricidad, esto tampoco es una opción: “No podemos recibirlos. La electricidad es importante, necesitamos prender la bomba para que haya agua y abastecer los baños, pero sin luz es imposible. Quedamos sin nada”.
Respecto de cómo funcionará la institución de ahora en adelante, no dudó en afirmar que trabajarán arduamente para poder solventar los gastos “con entradas, cuotas o rifas”. Aun así, se mostró preocupado por el futuro del club villarosense que, debido a los tarifazos, podría cerrar sus puertas.
“Vamos a pagar, pero qué pasará el mes que viene. Ese es el problema, porque no nos alcanza, lamentablemente,” comentó al tiempo que agregaba que una de las posibilidades es funcionar solamente de día. “Tenemos pocos ingresos, es un club social, un club humilde, no podes obligar a los chicos a pagar la cuota si no pueden. Al gobierno le importa poco los chicos, lo social y los clubes de barrio”, cerró.
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