Carlos Varela es optimista y paciente. “Siempre espero los tiempos”, declara el titular de Transur desde sus oficinas en Bureau Pilar. Desde los años 90, cuando hizo un curso sobre la utilización de la energía basada en los residuos en Canadá, volvió al país con la idea de manejar su propia empresa.
“Vi que para implementar esos modelos que me fascinaban, había que tener una cercanía con la recolección de residuos y era importante manejar una empresa relacionado a eso”, afirma el Licenciado en Medio Ambiente. Compró la firma de recolección pero orientada hacia un futuro plan de reciclado. Tal es así, que la licitación que presentó en 1999, ya incluía una iniciativa privada con sus planes para la empresa en relación a la basura, cuyo fin no fuera solo llevarla al CEAMSE. Hoy Transur tiene 35 años de antigüedad y 250 empleados en su mayoría pilarenses.
Después de 15 años, su objetivo empieza a concretarse. Próxima a inaugurarse en marzo o abril, Varela está inmerso en su nuevo proyecto: una planta de reciclado privada, con recolección de residuos industriales no orgánicos. “No está orientada a los residuos domiciliarios pero es un puntapié y tiene que ver un poco con la iniciativa privada del 99”, cuenta. Es una planta ubicada en la Ruta 25, que recibiría los residuos ya preclasificados para su próxima reutilización y reciclado. “Queremos que sea algo modelo”, concluye.
¿Qué acciones realiza la empresa en relación al cuidado del medio ambiente?
Las acciones que realiza Transur tienen que ver con nuestra actividad principal que es la recolección de residuos, barrido y poda. En relación a esto, intentamos mejorar el equipamiento de los camiones. Nuestros camiones tienen las normas euro-ambientales, las máximas que existen. Cuidamos que no haya emisión de gases o que sean minimizados al máximo, ya que estamos hablando de automotores que utilizan gasoil. Y aunque implique un costo mayor, utilizamos el gasoil más refinado, no solo para asegurarnos la durabilidad del motor sino por el aspecto ambiental.
¿Qué normas ambientales posee la empresa?
Las normas ISO 14000 e ISO 9000 que recertificamos cada dos años. Esto lo conseguimos en el año 2001 y hasta la fecha somos continuamente monitoreados. El ISO 14000 se aplica a la planta, que es difícil conseguir para una planta de una empresa de recolección, pero nosotros cumplimos con todos los parámetros. En su momento fuimos la primera empresa en Argentina que calificó con normas 14000 en recolección de residuos. La norma 9000 es para la gestión administrativa y tiene que ver con el manejo de soluciones en cuanto se presenta un problema o un reclamo. Es lo que nos permite tener una rápida respuesta ante cualquier inconveniente.
(Las normas ISO 14000 marcan los estándares ambientales y buscan mantener un equilibrio entre la rentabilidad y la reducción de los impactos en el ambiente. El ISO 9000 reglamenta la manera en que una organización opera sus estándares de calidad, tiempos de entrega y niveles de servicio.)
¿Cómo obtuvieron las normas?
Nosotros solicitamos las normas a la Organización Internacional de Normalización. Nos inspeccionaron y nos hicieron hacer en aquel entonces una serie de cambios. Por ejemplo, la empresa tenía un tanque de gasoil inmenso dentro de la planta que tuvimos que sacar por posibles derrames. Después tuvimos que modificar todo el sistema de mantenimiento: lubricantes, desechos, ropa reglamentaria para los empleados de planta, condiciones sanitarias e higiene. Además, al lavar los camiones en nuestra propia planta, tuvimos que construir tres tolvas que eliminaran definitivamente cualquier elemento de riesgo durante la limpieza.
¿Cuáles son sus aportes a la educación ambiental?
A partir del año 2003 comenzamos a tener apoyo municipal en relación a las campañas de pilas. Habíamos empezado con esa campaña en el 2001 pero no se había transmitido de una forma tan especial a las escuelas y a la comunidad. En estos últimos años la difusión fue mayor y esto hizo que la recolección aumentara muchísimo. Dimos charlas a los jóvenes para que aprendieran a no tirar las pilas y de a poco se creó una conciencia ambiental importante. Fue una campaña que incluso mostramos a otros partidos de Buenos Aires. Nos apoyaron mucho los docentes, que permitieron la capacitación constante y el periodismo, que difundió esto por todo el partido. El éxito de esta campaña hace que tengamos planes futuros en otros ámbitos, no solamente en pilas.
¿Por ejemplo en relación al reciclaje?
Sabemos que el reciclaje no es sencillo porque no hay una conciencia de separación de origen. Aun en países muy avanzados como Canadá, hubo ciudades que tardaron dos o tres años en comunicar a toda la comunidad como se realiza la separación. Lo que sí veo que causa desánimo es que la gente separe los residuos y luego venga un camión y los deposite en un mismo lugar. En ese caso el esfuerzo se pierde. Lo que nosotros estamos armando ahora es reciclaje de materiales no orgánicos destinado al sector privado. Sabemos que en el futuro el mundo va en ese camino: a reducir, reciclar, reutilizar.
¿Cómo cree que está Pilar en el camino a ser un municipio que recicle?
Pilar está bien en el sentido en que está pensando en la basura con una mirada hacia adelante. Va haciendo paso por paso y evaluando qué se puede hacer en este punto. Por ahora la realidad es que todo desemboca en el CEAMSE. Si uno va a países del primer mundo, como Estados Unidos, es distinto. Cerca de Miami, por ejemplo, hay una planta de destrucción total de la basura: entran 8000 toneladas y salen totalmente pulverizadas. Cero contaminación. Pero lo más interesante, es que la máquina produce 60 mega-vatio horas de electricidad cada 2000 toneladas. Una planta como esta provee electricidad a toda la ciudad de Ámsterdam, por ejemplo.
Carlos Varela que tuvo la posibilidad de recorrer el mundo y ver las mejores alternativas para la basura, admite que hoy la Argentina no está en condiciones para lograrlo. Una planta que contenga esta máquina necesita una inversión de 500 a 600 millones de dólares. “Este quizás no es el momento más apropiado para hacerlo, pero esto no significa que en el futuro no pueda venir esta tecnología que permita reciclar y trasformar el resto en energía”, afirma convencido.
¿Por qué está en desacuerdo con el enterramiento de la basura?
Tienen efectos altamente negativos, especialmente por el exiliado, un líquido propio de la humedad de los residuos. Cuando no existían los impermeabilizantes, el líquido corría y se iba formando un laguito de esos exiliados. Para esto se innovó con envoltorios de polietileno que dejan la basura al vacío total y duran alrededor de 250 años. Sé que el CEAMSE progresó mucho en evitar cualquier fuga del exiliado. No obstante, el enterramiento siempre es conflictivo porque el polietileno no se degrada. No estoy de acuerdo en que enterrar la basura signifique contaminación cero porque hay algo en el suelo, que aunque lo envolvamos y dure 200 años, no se sabe que pasará después. Salva nuestras generaciones pero, ¿qué pasará en el futuro cuando se saque?
Lo ideal es que cada municipio se haga cargo de su propia basura, ¿a cuánto cree que está Pilar de lograr esto?
Pienso que en el corto plazo Pilar podrá logarlo. Por ejemplo, la campaña de pilas es un paso en la cadena de reciclaje. Después de crear conciencia hay que avanzar en cómo se instrumenta, que es lo más difícil y depende mucho de la comunidad. El gobierno puede tener una idea pero si las personas no acompañan, volvemos a lo mismo. Si un camión recibe los residuos destinados a plástico y cuando los lleva a la planta de reciclaje, no es plástico, tiene que empezar de nuevo. Pero Pilar está muy avanzado en relación a los proyectos hacia futuro. Y tiene lugar para poder hacer algún tipo de separación y reciclaje. Hay otros municipios que no tienen ningún tipo de espacio para esto.
¿En qué quedó la posibilidad del cierre del CEAMSE?
Se habló mucho de esa posibilidad hace unos años, pero se compraron nuevas hectáreas y hoy esto quedó en la nada. El problema principal si cerrara el CEAMSE es a dónde van los residuos. Esto, por supuesto, no sucedería de un día para el otro, sino que habría un aviso anticipado. Pero hoy falta un tiempo hasta que suceda. Esto no implica que las políticas de los gobiernos no vayan a contemplar este aspecto, ya que tampoco hay que estar esperando a que esto ocurra. Sería muy difícil, porque hay lugares que no tienen posibilidad de hacerse cargo de su basura. Pero Pilar si tiene muchas posibilidades.
Azul Rizzi
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