La normativa fue sancionada en la última sesión del HCD y establece un censo para los animales y su gradual reemplazo por otros medios de movilización. Además se deberá crear un registro y atención veterinaria gratuita.
Durante la última sesión del Concejo Deliberante fue sancionada una ordenanza cuyo objetivo es la regularización de los recolectores de residuos urbanos. La iniciativa fue presentada por la veterinaria Paula Merkler y por Silvia Bruno, y establece un censo de todos los equinos destinados a esta actividad en el distrito, para gradualmente ser reemplazados por otras formas de movilización como motocarros. También plantea la formación de cooperativas y, a futuro, la eliminación de la tracción a sangre en el ámbito urbano.
“Los carros hoy en día circulan sin ningún tipo de reglamentación” señaló Merkler a Resumen. “Si hay un caballo que se desploma en la vía pública o que está desnutrido, que haya alguien que responda por eso”.
De aquí a seis meses, la dirección de Zoonosis deberá censar a todos los equinos que circulen por el distrito y entregar a los recolectores su respectiva Libreta Sanitaria. Además los trabajadores deberán contar ellos mismos con un carnet expedido por el área de Tránsito. También los carros deberán estar identificados con una placa. Una vez concluido este proceso, quedará prohibida la circulación de quienes no hayan sido registrados. El siguiente paso corresponderá a Desarrollo Social, que deberá evaluar la situación socio económica de las familias que viven de esta actividad.
Por otro lado, se prevé la creación de un centro de asistencia equina municipal que brinde atención veterinaria gratuita. En este sentido, la ordenanza establece que los caballos deben estar herrados, en buen estado de salud y no podrán ser obligados a galopar. No podrán circular hembras preñadas y el rango de edad será entre 3 y 15 años. Por otro lado, los conductores deberán ser mayores de edad.
En la normativa, que consta de 22 artículos, también se establece una línea telefónica para denunciar situaciones irregulares. En cuanto a beneficios para los carreros, se llama a la conformación de una cooperativa y la capacitación de los trabajadores en cuanto a reciclaje y cuidado de los animales. A su vez, Merkler agregó que a medida que los equinos sean reemplazados por motocarros, algunos trabajadores podrán dedicarse al mantenimiento y arreglo de los mismos, mientras otros puedan abocarse a la clasificación de residuos, entre otras cosas.
Según consta en el artículo 10, los animales que sean retirados a los recolectores por encontrarse en mal estado, “serán recogidos y trasladados por medios adecuados provistos por el municipio, para finalmente ser reinsertados en un espacio que deberá contar con todo lo necesario (instalaciones, equipamiento y utilería) para su adecuada permanencia y atención veterinaria”.
Ahora el próximo paso será que la normativa empiece a aplicarse. “Queremos que se implemente, no que sea una ordenanza más que queda cajoneada” apuntó Merkler. “Hablé con varios carreros, y sé que hay muchos que tienen muy bien a sus animales, pero otros no, son robados y los explotan hasta que se mueren”.
Una iniciativa similar había sido presentada por el concejal Sebastián Pérez, pero según el edil del FpV, nunca llegó a tratarse en comisión.
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