Boletas de más de 1 millón de pesos: el comercio pilarense ante los tarifazos

El 2024 comenzó con un análisis de las tarifas de los servicios básicos, que llevó a grandes incrementos que han comenzado a sentirse con fuerza, no solo en el bolsillo de los usuarios residenciales, sino también en el comercio.

Son varios los representantes del sector que se han expresado al respecto, con temor al impacto que pueden llegar a tener estas importantes subas, que amenazan con provocar el cierre definitivo de muchas persianas.

Para ejemplificar este panorama, se puede tomar la situación que enfrenta un reconocido local gastronómico de la localidad de Del Viso, la pizzería Don Camilo. Su propietario, Gustavo Suárez, quien también es miembro de la Cámara de Comercio de Pilar, ha dado cuenta del golpe que significa el aumento de las tarifas.

Durante el mes de marzo, el comerciante sintió el primer batacazo cuando se encontró con una boleta cercana a los 700 mil pesos en concepto del servicio eléctrico. Rápidamente la comparativa se dio con el mes anterior, cuando la factura había sido de casi 270 mil.

Entre un período y el otro, el aumento había sido en torno a un 150 por ciento. Sin embargo, no se detuvo ahí. Con la nueva boleta para abonar durante abril, la pizzería ubicada en la Ruta 26 se encontró con un nuevo aumento que hizo superar el millón de pesos.

Tal como expresa la factura de Edenor con vencimiento el día 24 de este mes, a raíz del consumo de 5.613 kilowatts, el local deberá abonar 1.027.181,54 pesos. “Hemos consumido menos, por lo cual se incrementó el valor del kilowatt”, destacó Suárez, quien además ya había expresado que “lo preocupante es que, a la vez que se agregó el aumento de la luz, se va a agregar el aumento del gas y al mismo tiempo se están incrementando los gastos fijos de los comercios. Es dramático”.

La otra cara de esta problemática tiene que ver con el consumo de la gente. En muchos, casos los locales también sintieron la pérdida de poder adquisitivo de una gran parte de la población, por esa razón, el comerciante tampoco puede pensar en aumentar los precios.

“Ya no se puede pasar más el costo de nuestros productos al cliente, porque si no los perdés. Los clientes ya están muy castigados”, explicó Suárez en diálogo con FM Estudio 2. De esta manera, el escenario no es nada alentador, ya que combina aumento en los servicios, en la materia prima e incluso una fuerte suba en los alquileres; y se le suma la baja del consumo.

Según indicaron, los comercios con “más espalda” podrán aguantar la situación, pero muchos otros se verán obligados a despedir empleados o incluso bajar las persianas de manera definitiva. La preocupación va en aumento, y el panorama por el momento no muestra ninguna luz al final del túnel.