El grupo está integrado por egresados de la Escuela Municipal de Guardavidas y durante las inundaciones complementó la tarea de los bomberos y Defensa Civil. “Los integrantes son gente solidaria, con conocimientos y un corazón enorme”, aseguró Alejandro Parral.
Hace casi cuatro años, la subsecretaría de Deportes municipal cumplía el proyecto de abrir la Escuela comunal de Guardavidas, en una iniciativa prácticamente inédita a nivel provincial.
La idea tuvo amplia repercusión y ya fueron tres las camadas de nuevos profesionales, que estudiaron y se recibieron en la entidad local, que es completamente gratuita y es reconocida por su nivel y exigencia
Pero luego, desde la oficina deportiva local se trabajó en la conformación de la denominada Brigada de Rescate Acuático de Pilar, que involucra a los guardavidas locales en el sistema de emergencias pilarense.
Más allá de que la Brigada intervino en algunas acciones en diferentes puntos del distrito, las inundaciones que aun complican al distrito marcaron su “bautismo de fuego”.
“Desde el viernes pasado fuimos convocados por Defensa Civil, Bomberos y Juan Carlos Arroyo (subsecretario de Deportes) y estuvimos trabajando 10 guardavidas hasta el jueves en los barrios La Lomita, Agustoni, Manantial, Río Luján”, contó Alejandro Parral, el director de la Escuela comunal de Guardavidas y titular de la Brigada.
El experimentado guardavidas destacó el “gran trabajo de Defensa Civil y el SAP” y puntualizó que “el primer lugar al que nos llevó Rubén Romero fue el barrio San Jorge y después trabajamos en otros lugares. Incluso en la Lomita estuvimos entregando alimentos y ropa a la gente que no quiso abandonar sus casas”.
A partir de su experiencia en este tipo de operativos, Parral apuntó que más allá de la cantidad de agua caída, también fue clave para complicar la situación “la sudestada que se extendió durante un par de días con vientos de 50 a 70 kilómetros por hora”. “Eso hizo que el agua no pudiera escurrir y quedó estancada”, agregó.
El director de la Escuela Municipal de Guardavidas tuvo palabras de elogio para sus ayer alumnos y hoy colegas, al señalar que “los guardavidas están acostumbrados al agua y están seguros con sus conocimientos pero acá uno trabaja en aguas estancadas, a veces contaminada, con ramas, hierros, donde no se ve lo que se pisa. Todos los muchachos estuvieron a la altura de las circunstancias y Pilar puede estar contenta con la gente que trabaja en la brigada, son gente solidaria, con conocimientos y un corazón enorme”.
Pese a la preparación de la que habla Parral, los integrantes de la Brigada se exponen a situaciones de stress extremo que requiere de la asistencia de profesionales: “Son situaciones feas, con gente llorando y que no se quiere ir de sus casas. Dentro de la Escuela tenemos una psicóloga pero queremos hacer un cuerpo de médicos y psicólogos para trabajar el post inundación, para los muchachos que ven cosas que en nuestra profesión no se ven tanto”.
La Brigada Municipal cuenta con entre 18 y 20 integrantes que prestan servicios de manera voluntaria. Por estos días, se está a la espera de que sea aprobado el proyecto para su conformación legal.
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