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Cada día llegan a la zona del Parque Industrial 100 camiones con restos de poda y escombros. La norma es separar los residuos para reutilizar madera, ladrillos, neumáticos y cartones.
La Montonera, sitio a donde se destinan restos de poda y escombros, fue noticia durante mucho tiempo por los incendios, aseguran que intencionales, que se originaban en su interior. El predio cerró dos meses para abocarse a tareas de ordenamiento y refacción, y abrió nuevamente a fines de mayo. El objetivo es reutilizar la mayor parte de los residuos, por ejemplo, ya se utilizaron 2 mil metros cúbicos de escombros en la reparación de las calles pilarenses.
El predio está ubicado en Frondizi y Capilla del Señor, una de las entradas del Parque Industrial. Todos los días llegan alrededor de 100 camiones, entre municipales, volquetes y contratistas de Pilar que depositan restos de poda y escombros de obras. La Montonera era originalmente una cava de 12 metros de profundidad que se fue rellenando con residuos áridos. Actualmente quedan por rellenar poco más de 5 hectáreas.
En rigor, el predio pertenece al Arzobispado, que lo entrega en comodato. En diciembre de 2015 venció el mismo, y la Iglesia se negó a renovarlo, lo cual ocasionó una situación problemática para la disposición de residuos, que incluso llegaron a ocupar la calle. Recién en febrero de este año pudo restablecerse la relación, y una vez por semana el Arzobispado controla el trabajo realizado.
Durante los dos meses que La Montonera estuvo cerrada por tareas de ordenamiento, se alambró el perímetro, se colocaron luminarias y una garita de control en la entrada, se generó un espacio destinado a los volquetes (que anteriormente ocupaban la vereda), se arreglaron maquinarias, pero fundamentalmente se limpió el terreno y se ordenó los distintos tipos de residuos. Mientras, los escombros y restos de poda se depositaron en un terreno ubicado sobre Ruta 25, que ya no está operativo.
Resta forestar con árboles traídos desde el CEAMSE, y terminar una red de incendios, que disponga de agua en caso de suscitarse un nuevo foco de fuego. También se incrementaron los controles sobre los transportes que ingresan, que deben estar tapados y con los volquetes debidamente señalizados. Actualmente, trabajan seis personas en La Montonera.
Al entrar en el predio, que fue recorrido por Resumen, se pueden observar en primer lugar los residuos separados: por un lado madera, por otro cascotes, neumáticos, tierra, vehículos abandonados, ladrillos, pallets. Junto a la oficina funciona un galpón destinado a carpintería donde, con las maderas que llegan, se hicieron bancos para plazas y actualmente se están fabricando pequeñas sillas que serán repartidas el día del niño.
La mayor parte de los residuos son reciclados: la madera sirve para muebles, la leña gruesa se reparte en las delegaciones para ser retirada por quien la necesite, la granza (ladrillo molido) se destina a plazas, los neumáticos van a una planta recicladora del CEAMSE, las ramas pasan por la máquina chipeadora, y un reciclador urbano se lleva los cartones.
Lo que no se puede recuperar sirve para rellenar la cava, que le quedan 5 hectáreas que se llenarían en tres años. Pero la idea es alargar ese plazo, “aumentar la presión de selección en los residuos para disminuir el volumen que se envía a disposición final en la cava” señaló Paulo Suárez, titular de la Agencia de Residuos, encargada de La Montonera. “Queremos que todo lo que se pueda recuperar se recupere, que Pilar sea un distrito modelo en ese sentido” dijo.
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