En diez días vivieron dos episodios, en los cuales fueron rotos los vidrios del local. El segundo ataque, fue visto como un mensaje de disgusto ante la presencia del sindicato, que se formó a mediados del 2017.
El Sindicato de Empleados Municipales de Pilar (SEMPi) denunció en las últimas semanas que han sido víctimas de actos vandálicos en más de una oportunidad, en la sede del gremio que se encuentra ubicada en la calle Nazarre al 1235, en pleno centro pilarense. Todo comenzó diez días atrás, cuando el viernes 29 de diciembre, se produjo el primer hecho que encendió las alarmas.
“Fue un viernes a la noche, le tiraron una baldosa, quedó destruido y la baldosa dentro de la institución. Podría haber sido algún joven alcoholizado que salía de algún boliche, porque es una madrugada movida o podría haber sido algún ajuste sindical, uno no lo sabe pero nos empezamos a preocupar”, explicó a Diario Resumen, Ángel Pérez Bodria, secretario adjunto de SEMPi.
Ante la situación, Pérez Bodria comentó que, como primera medida, se decidió a cambiar el vidrio del local por uno más resistente para evitar cualquier tipo de imprevistos, aunque no lo lograron: “el jueves pasado cambiamos el vidrio, pusimos uno laminado que es más resistente, pero al día siguiente apareció nuevamente roto”. Tal como explicó el referente gremial, este segundo ataque fue tomado como “un mensaje cuasi mafioso” no solo por la imposibilidad de que se tratara de jóvenes alcoholizados, sino también por las respuestas tanto de la policía como de quien fue el responsable de la colocación del vidrio.
“Quien realizó la colocación nos dijo que podía ser un arma de bajo calibre”, comentó y agregó que a raíz del hecho, no solo se hizo la denuncia sino que intervinieron los peritos de la policía que determinaron que “era una bola de acero tirada con una honda”. “Fueron a romper el vidrio, directamente. Es una lástima, es preocupante. Nuestra actividad a alguien le está molestando, pero no podemos acusar a alguien porque no lo vimos. Esto no nos quitará las ganas, seguiremos trabajando intensamente”, argumentó.
“Los sindicatos no son los únicos que pueden sentirse afectados por nuestra presencia, pero es injusto acusar a alguien. Ojalá reflexionen, quien sea que lo haya hecho. Hoy no podemos tomar grandes medidas de seguridad porque no nos sobra el dinero, esperamos que la situación se calme”, concluyó Ángel Pérez Bodria.
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