Es la manera elegida por quienes aún no pudieron tomarse vacaciones y quieren descansar por un periodo breve. Los valores según el barrio y los servicios contratados.
La llegada del verano, el calor y la temporada de pileta motiva a muchos a buscar opciones para lograr el descanso que, tal vez, en otra época del año se les hizo esquivo. En el distrito de Pilar, para el que no puede irse a veranear a la Costa u otro destino o debe permanecer cerca por trabajo, el alquiler temporario de casas quintas o propiedades en barrios cerrados es una posibilidad más que seductora, pero eso sí: los precios varían de acuerdo a la locación que se elija y los servicios con los que cuente la vivienda en cuestión.
Quiénes suelen ofrecer este tipo de rentas son personas que residen en el Partido de manera permanente y aprovechan para tomarse sus vacaciones mientras generan un ingreso extra a través de su vivienda pero otra posibilidad, aunque menos frecuente, es el alquiler de casas de fín de semana. Los accesos, la pileta –sobre todo si está cercada-, conexión wifi, aire acondicionado y la seguridad son los puntos clave para la elección.
A partir de esto, los precios –que aumentaron un 25% en comparación con la temporada anterior- varían: en zonas de mayor poder adquisitivo como Martindale, donde el valor puede llegar a los $132.000 durante todo enero, con expensas, piletero y jardinero incluídos. En Ayres de Pilar, la situación no varía ya que su precio fue similar en la semana de las fiestas y se mantiene durante enero en un valor de $130.000.
Y si se quiere valores más “económicos”, se puede optar por otras plazas como Villa Olivos, donde alquilar una casa en enero cuesta unos $78.000; El Lucero, en el que se piden $75.000 más gastos por el mismo tiempo o Los Lagartos Country Club, que requiere una inversión de $70.000 más gastos. Familias medianas o grandes, parejas con hijos chicos, personas que trabajan en Capital Federal y buscan una zona segura para el descanso de su círculo íntimo o hasta argentinos que viven en el exterior y planean un reencuentro con familiares y amigos representan mayormente el perfil de quiénes eligen este tipo de lugares.
En tanto, en barrios más chicos y sin tanto poder adquisitivo, los valores son mucho menores y los alquileres, incluso, pueden concretarse por día. “En zonas como Manzanares, Fátima o Amancay, se alquilan casas por $1500 o $2.000 la jornada, dependiendo del espacio que tengan”, comentó a Resumen Edel Gómez, de la inmobiliaria homónima ubicada en la localidad de Fátima. Además, agregó que a medida que se esté más cerca del Km 50 el precio puede ir variando y puede llegar “hasta los $3000 o $3500”.
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