Fue anunciado hace meses, y ahora se controlará que los comerciantes cumplan la normativa. Sin embargo, entre la mayoría de ellos prima un gran desconocimiento de la medida.
Llegó el día a partir del cual todos los comercios y empresas con atención al público deberán tener en forma obligatoria un libro donde el usuario pueda dejar asentados sus quejas y reclamos. Por más que desde el Municipio aseguraron que se emprendió una campaña de difusión de la normativa, según un relevamiento realizado por este medio, entre los comerciantes predomina el desconocimiento sobre el asunto.
A una gran porción de los encuestados les parece bien la medida. “Aunque tenga un comercio, también soy consumidor” señaló uno de ellos. En otro local, la encargada relativizó la cuestión: “Acá igual nunca vienen a controlar nada, ni el consumidor debe saber que existe esta normativa”.
Sin embargo, lo que predomina es el total desconocimiento de la medida que los afecta, y a continuación las preguntas más frecuentes rondan el trámite administrativo necesario para obtenerlo y los controles o sanciones que puedan llegar a haber.
Se trata de un libro de actas que debe ser visado por Defensa al Consumidor. Cuando alguien radique su reclamo, se le debe entregar al usuario una constancia del mismo con la fecha y hora correspondiente. En un plazo de cinco días se le deberá brindar una respuesta pertinente. Los inspectores municipales controlarán que el libro esté, pero no su contenido.
Por su parte, la cámara de comercio local pidió al Ejecutivo comunal una prórroga de cuatro meses postulando el desconocimiento de la normativa, pero nunca fue contestada.
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