Señor Director:
Hace cuatro años en Boston presencié un interesante piquete. Eran las enfermeras/os del Estado que pedían aumentar su cantidad pues, sentían que con el número de ese momento, no podían dar el servicio que los pacientes merecían. Frente al edificio de la Gobernación y, solamente por las veredas no obstruyendo la avenida, circulaban unas 200 enfermeras con sus uniformes impecables.
Respondían a las preguntas de los peatones a los que me sumé, sobre el motivo de su propuesta. Todo con una gran educación y respeto. Hacia el final de la “protesta-propuesta” habló el delegado gremial de las enfermeras: micrófono y atril explicando educadamente la propuesta.
Al irme del lugar sentí una fuerte sensación de envidia, no pude dejar de hacer una cruel y obvia comparación. ¿Cuál de los dos tipos de piquetes son los recomendables: éstos o los nuestros?
Hace una semana le envié al Jefe de Gabinete de Buenos Aires, Horacio R. Larreta, una propuesta en base a las líneas de arriba. A las dos horas recibí su mail comunicando su interés en estudiar la puesta en práctica de un programa que propuse donde, no se corten calles y se ordenen los lugares donde realizarlos, inclusive premiando los “piquetes inteligentes”.
Con nada de inversión se pueden convertir 200 piquetes mensuales, de los actuales a los inteligentes.
Lic Ricardo Olaviaga
olaviaga8@hotmail.com
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