Año tras año el día 12 de octubre se celebra rindiendo honores a la Virgen del Pilar que se halla su imagen desde la época de María Cabezas, quien la tenía en una Capilla en el Pilar Viejo, ahora en la Iglesia Nuestra Señora del Pilar. Desde hace más de 160 años se viene desarrollando la procesión desde la iglesia con un itinerario que fue cambiando con el paso de los años. A principios del siglo pasado, cuando 3700 habitantes vivían en Pilar y en todo el distrito 14.000 -incluía a Escobar y Tortuguitas-, el programa de las fiestas patronales duraba de siete a diez días, con procesión, primera comunión y después de las 16, pasada la siesta, comenzaban los festejos cívicos, estaba organizado por una Comisión de Fiestas que la formaba el Intendente Municipal otras veces el Comisionado Municipal con vecinos del pueblo. Hasta la década del 50 los devotos practicaban la oración a la novena de la Virgen del Pilar.
Pasaron los años y la colectividad aragonesa con su música animaba la fiesta rindiendo honores a nuestra patrona. Después se le añadió a los festejos el apóstol Santiago a caballo con ruedas (recordemos que al apóstol Santiago se le apareció la imagen de María sobre un Pilar en el año 40, y años más tarde cuenta la historia de España, año 844 el apóstol Santiago arriba de un caballo blanco ayudó a combatir a los moros).
En el distrito continuó creciendo la población, en la década del 60 había alrededor de 30.000 habitantes, se abandona la formación de la comisión de fiestas con los vecinos y comenzaron a funcionar por primera vez en Pilar los colegios secundarios. De los colegios secundarios los primeros egresados organizaban sus viajes de egresados y había desfile de carrozas por jóvenes donde se premiaban a las tres mejores carrozas por parte del municipio.
A principios de la década del 70 hay un cambio importante, se deja el desfile de las carrozas y comienza a habilitarse los kioscos, para los memoriosos esto ocurría entre los años 1970 a 1975, acompañado de kermes, elección de la reina, sin olvidarnos que llegabas a Pilar por la Ruta 8 y se le sumaba la flamante Panamericana, con ello llega más gente y además se suman los números artísticos locales y nacionales. Durante esos años los alumnos estaban presentes con los kioscos en dos años consecutivos, cuando cursaban cuarto año y al año siguiente en quinto año para reunir fondos para el viaje de egresados, recuerdo porque he participado en esa época y no superaban los 10 kioscos escolares alrededor de la plaza 12 de Octubre. Mientras tanto a la patrona de nuestro pueblo se le seguía rindiendo honores con misa, primera comunión y el paso de la imagen casa por casa en distintos barrios. Esos kioscos eran armados por las empresas concesionarias de gaseosas promocionando sus distintas marcas.
En la década del 90 continúa el crecimiento de la población, el censo informa la cantidad de 130.000 habitantes en el distrito y la inauguración de nuevos colegios secundarios, y a los kioscos se los adorna con imágenes de comic, tapando la marca de gaseosas, lo que implica una inversión y compromiso por parte de los alumnos. Luego a principio de este siglo, el crecimiento poblacional del distrito rondaba los 230.000 habitantes, los kioscos se adornaban en función a lo indicado por el municipio.
Llegamos al presente, se estima que viven en el distrito más de 420.000 habitantes, donde los kioscos superan los 75 puestos, más los puestos de los artesanos, la participación en tres días supera las 70.000 personas, para esos días festivos el cambio climático con lluvias y tormentas, además aumenta el delito cometidos a comercios y viviendas en la zona, más los punguistas, esto viene ocurriendo hace una década y continúa creciendo, por lo que debiera revisarse en el futuro la organización civil, tal vez para el año próximo o el siguiente, de reformar algunos eventos durante el desarrollo de la celebración de la fiesta, manteniendo la tradición, convocando a vecinos de Pilar y entidades de la sociedad civil del distrito que vienen participando en las fiestas patronales, a proponer cambios, seguramente con la creatividad de los pilarenses surjan varias alternativas y se tome una decisión.
De la celebración religiosa se ocupa la iglesia, como he señalado, históricamente ha cambiado el desarrollo de los festejos cívicos para rendir honorares a nuestra patrona con la participación de todos los vecinos manteniendo la identidad pilarense, con una renovada organización de la fiesta la ciudad le seguirá rindiendo tributo a nuestra patrona la Virgen del Pilar.
Daniel Castro
Vecino de Pilar
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