El candidato a gobernador por el Frente Renovador explicó la situación actual del sector y lanzó criticas para el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y su par actual, Augusto Costa.
El candidato a gobernador por el Frente Renovador, Felipe Solá, expresó sus sensaciones respecto del agro, la industria y el consumo. “Hay dos maneras básicas de encarar la cuestión del agro, la agroindustria, el consumo, la exportación y la geografía que implican en la Argentina”, comenzó.
“Me parece que una es pensar en la situación de acumulación positiva, que no es casual y se debe a la aplicación uniforme de alta tecnología a través de los últimos 15 años, combinada con la serie de buenos precios primarios que tienen algunas producciones importantísimas. La otra es pensar para adelante: qué le podemos dar, y qué le podemos exigir al sector agroindustrial en general, entendiendo dentro del mismo también a toda la producción primaria”, explicó.
En este sentido, Solá sumó críticas para “los funcionarios de la secretaría de Comercio al mando del inolvidable Moreno, que no mejoraron la situación de precios al consumidor, empeoraron al mismo tiempo la situación de los precios al productor, y ensancharon la brecha que hay en varias cadenas entre productores y comercializadores, entre productores e industriales, y entre productores y exportadores, sin mejorar en los dos primeros casos los precios minoristas internos”.
“Esas políticas intervencionistas engrosaron dentro de la cadena lechera, a los sectores que acabo de mencionar, engordaron también dentro de sus respectivas cadenas a los productores pequeños y medianos de frutas y verduras, a buena parte de las economías regionales, y en especial a la ganadería vacuna. La brusca caída de la producción de trigo es un ejemplo tan alarmante como espectacular. Y también agregaría –aunque no esté hoy mencionada acá- a la pesca, que también produce para los dos mercados, y que perdió su competitividad sin que bajaran los precios del pescado para nuestro pueblo”, denunció el precandidato.
Para Solá, “el abandono, más el intervencionismo, generaron que la única política agropecuaria que hubiera para el país durante una década fuera la siembra de soja. El chacarero argentino se convirtió en el productor de soja más eficiente del mundo. No porque haya nacido más eficiente, sino porque las circunstancias lo pusieron a prueba, y resultó más eficiente. El problema, todo lo que sale bien debe ser mirado y balanceado, es que la única política para los alimentos en nuestro país ha sido dejar que se siembre soja”.
“Esa no puede ser la única política. Por supuesto, tiene un resultado fiscal formidable; como es la de mayor retención, 35 por ciento, genera unos 8 mil millones de dólares por año de ingreso fiscal seguro”, concluyó.
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