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Merlo, Hurlingham, General Rodríguez, Tres de Febrero, Moreno y Bahía Blanca ya firmaron el acuerdo sumándose a Morón, Florencio Varela y San Miguel, donde el plan ya está funcionando.
Cada año nacen unos 21 mil bebés prematuros en la provincia de Buenos Aires, que requieren cuidados especiales. El ministerio de Salud lanzó tiempo atrás un programa de seguimiento domiciliario para estos casos, al que en las últimas horas se sumaron seis nuevos municipios.
La iniciativa contempla visitas a los hogares de los chicos con bajo peso que nacieron antes de la semana 37. De este modo, se busca reducir la mortalidad infantil y orientar a quienes habitan en condiciones vulnerables, explicaron desde la cartera sanitaria que conduce Zulma Ortíz.
Es que nacer en forma prematura y con bajo peso constituye el mayor riesgo para un bebé. De hecho, ambas condiciones, que suelen aparecer asociadas, constituyen la primera causa de muerte infantil, es decir, de bebés menores de un año. El plan llamado “Al fin en casa”, aporta el seguimiento domiciliario de estos bebés, en especial de aquellos que habitan en condiciones vulnerables. Ortiz firmó ayer convenios con los intendentes de Merlo, Gustavo Menéndez; Hurlingham, Juan Zabaleta; General Rodríguez, Darío Kubar; Tres de Febrero, Diego Valenzuela; y Moreno, Walter Festa; y el secretario de Salud de Bahía Blanca, Claudio Pastori, a partir de los cuales, esos municipios, adhirieron a la iniciativa, de la que ya forman parte los distritos de Morón, Florencio Varela y San Miguel, donde el plan ya está funcionando.
“Cada año nacen en nuestra provincia alrededor de 21 mil bebés prematuros, y se sabe que son los que requieren mayor cuidado, dado que sus órganos son más inmaduros y deben lograr fuera del útero materno la madurez que no pudieron desarrollar intraútero. Esto es lo que los hace más frágiles, con permanencias hospitalarias más largas y riesgo de complicaciones y de vida”, detalló la ministra. Y agregó que, a veces, “se invierte un enorme esfuerzo en las neonatologías para que ese bebé regrese a su hogar, pero si en su casa no reúne las condiciones necesarias para su desarrollo continuará en riesgo”.
El plan “Al fin en casa”, explicaron los especialistas de la cartera sanitaria, contiene tres componentes principales: la visita del equipo de Salud a los hogares de los recién nacidos de alto riesgo para favorecer su desarrollo y supervivencia; la estrategia “intersectorial”, que consiste en la conformación de un gabinete municipal articulado con el provincial, para abordar a las familias con recién nacidos de alto riesgo; y las redes comunitarias, para contención de las familias de prematuros, de las cuales participará la ONG “Red de padres”.
Detalles del plan
Según la evidencia científica, los programas de visitas domiciliarias contribuyen a reducir la mortalidad neonatal (desde el nacimiento hasta el mes de vida), mejoran la lactancia materna y favorecen el desarrollo. En los municipios que forman parte del “Al fin en casa” serán los enfermeros especializados quienes concurran a los hogares, escuchen las inquietudes de los papás y orienten en el cuidado del recién nacido prematuro.
El punto de partida de esta iniciativa que compromete a los equipos de Salud de la Provincia y de cada municipio que adhiere, comienza con la notificación a las autoridades desde el servicio de neonatología toda vez que nace un bebé con un peso inferior a 2.500 gramos (en esta primera etapa el programa se abocará a los bebés prematuros de mayor riesgo, que son aquellos que nacen con menos de 1.500 gramos).
En ese momento, un grupo de profesionales del programa se acerca al hospital, tiene un encuentro con los padres, les explican de qué se trata “Al fin en casa” y cómo se va a desarrollar el acompañamiento del bebé durante su primer año de vida.
Además, un equipo va monitoreando a lo largo de las visitas domiciliarias, el estado del bebé y las condiciones en el hogar de todos aquellos aspectos que pueden perjudicar sus condiciones de salud.
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