El mandatario provincial busca contrarrestar el poder político opositor y define los nombres que acompañarán su boleta en las intendencias menos favorables para su proyecto.
Ante la inevitable aceleración de los tiempos políticos, el gobernador Daniel Scioli comenzó las definiciones electorales en la provincia para volverse un contrapeso de la oposición, en especial de Sergio Massa que atrae jefes comunales en distintos puntos de la región.
Por eso, en los últimos días, el sciolismo apuró el paso con la conformación de las mesas “Scioli 2015”, para encasillar los nombres que apoyarán al mandatario bonaerense en las elecciones del año próximo.
La Plata y Vicente López, además del atrevido lanzamiento en Capital Federal, forman parte de esa estrategia para articular acciones, marcar presencia territorial y estructurar fuerzas con el 2015 en la mira.
Pero la denominada “ola naranja" sciolista también abre paso a algunas decisiones en lo que respecta a las referencias territoriales en varios distritos, en especial en aquellos donde el Frente Renovador, el PRO o expresiones ultra K son gobierno y dejan al proyecto del Gobernador impotente de apoyo oficial.
En el campo de guerra, Almirante Brown es para el sciolismo un distrito emblemático en la pulseada territorial con el Frente Renovador. Allí maneja los hilos el diputado nacional y ex intendente Darío Giustozzi, un fuerte aliado de Massa.
En esa comuna, el sciolismo logró hacer pie a través de Mariano Cascallares, el presidente del Instituto de Previsión Social y concejal, que logró una buena elección en los comicios del año pasado.
Mientras que en Vicente López, donde gobierna el PRO a través de Jorge Macri, la presencia territorial sciolista se verifica a través de los legisladores provinciales Martín Cosentino y Guido Lorenzino. Este último suena como posible competidor en el distrito para el año que viene.
A estos referentes naturales sciolistas hay que agregar a José Molina en Pilar, ahora distanciado del intendente Humberto Zúccaro, y a Santiago Cafiero en San Isidro, que tiene la difícil misión de terciar en la disputa interna del massimo que libran el intendente Gustavo Posse y la suegra de Massa, Marcela Durrieu.
No son los únicos: también hay que apuntar a Ariel Notta en Luján, al secretario de Servicios Públicos Franco la Porta en San Miguel, Carlos Gianella (padre e hijo) en Tigre, y al concejal Gustavo Menéndez en Merlo, quien pegó el portazo del massismo tras el acuerdo del intendente Raúl Othacehé con el Frente Renovador. Varios de ellos podrían ir por las intendencias en la boleta que, en su parte superior, estampará el apellido Scioli para la categoría de presidente.
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