Dirigentes radicales de la provincia, contrarios a la alianza con el PRO, le reclamarán a Sanz tener mayor peso en las negociaciones. Piden tener un candidato propio a gobernador, y dejar los arreglos en manos de la mesa de conducción del Comité Nacional.
Dirigentes del radicalismo bonaerense plantearán al precandidato presidencial Ernesto Sanz tener mayor injerencia en las negociaciones con el PRO por la definición de los términos de las Primarias conjuntas. Además insistirán con la promoción de un candidato propio en las Primarias a gobernador, mientras presionan por habilitar un sistema de adhesiones múltiples, algo que el macrismo rechaza.
Tras un encuentro que mantuvieron el lunes en Capital, dirigentes radicales opositores al acuerdo con el PRO confeccionaron una serie de reclamos en torno a la marcha de las negociaciones, y acordaron hacérselas llegar a Sanz entre el lunes y el martes próximo. Para ello designaron una comisión dirigencial integrada por el exgobernador de Chaco, Ángel Rozas, el senador Gerardo Morales, Ricardo Alfonsín y Julio Cobos.
Uno de los principales reproches fue hacia la tríada seleccionada para avanzar con los acuerdos -Facundo Suárez Lastra, Walter Ceballos y Federico Storani- y el reclamo será dejar todo en manos de la mesa de conducción del Comité Nacional, elegida en la Convención de Gualeguaychú como la única capaz de negociar en nombre de la UCR.
Además, la dirigencia radical opuesta a Sanz también buscará tener mayor injerencia en el armado de la estrategia en las provincias. Estos dirigentes consideran que el Comité Nacional “desconoce la realidad de los territorios” y piden tener voz y voto en las negociaciones con el PRO.
El sector interno que perdió la votación en la convención de Gualeguaychú sigue rechazando a Gustavo Posse como candidato a gobernador de la UCR y quiere llevar un hombre propio. Además, pedirá un sistema de adhesiones múltiples que permita a los postulantes “enganchar” sus boletas con las de Macri y Sanz de forma simultánea. Esta estrategia de “todos con todos” tiene una única explicación: las bajas mediciones de Sanz en las encuestas. “Si tenés un candidato que mide apenas un 2 por ciento y otro que mide 30, ¿por qué nos obligan a ir con uno de los dos si vamos a perder? Si el acuerdo es para ganar debería dejar ir a todos con todos”, aseguran desde el alfonsinismo.
Sin embargo, desde el PRO se muestran inflexibles en este punto: los armadores del acuerdo con la UCR insisten en que solo haya dos candidatos en provincia (Vidal y Posse o alguien que represente a la UCR) y niegan la posibilidad de las adhesiones múltiples: “¿por qué habríamos de darles nosotros a un competidor interno la mejor boleta?” dicen desde el macrismo.
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