Desde el ministerio de Desarrollo Social explicaron que los índices que regulan el programa escolar estaban “desvirtuados”. Afirmaron que se pusieron al día con las deudas y que “trabajan para mejorar el menú”.
La administración de Daniel Scioli salió a desmentir los reclamos docentes referentes al recorte de los cupos en los comedores escolares. Pedido que motivó una movilización de maestros la semana pasada.
Quien respondió a los docentes fue el subsecretario de Políticas Sociales del ministerio de Desarrollo Social bonaerense, Sebastián Berardi. Explicó que tras reunirse con los consejos escolares notaron que las variables que hacían funcionar el programa “estaban todas desvirtuadas”.
El funcionario desestimó, de ese modo, las declaraciones formuladas días atrás por el titular de Suteba, Roberto Baradel, quien había denunciado "recortes en los cupos de comedores escolares de la provincia".
"En La Plata hay 140.00 cupos menos, en Junín 3.000, en Almirante Brown más de 16.000 cupos, en lo que era el ex General Sarmiento más de 23.000 cupos y en San Andrés de Giles, más de 2.000", había afirmado el gremialista.
Berardi explicó: "Nos pusimos a realizar un diagnóstico del Sistema Alimentario Escolar (SAE), conversamos con los actores de la comunidad educativa, atendimos inquietudes y allí vimos que las variables que hacían funcionar el programa estaban todas desvirtuadas, tanto las de cupo, como las de valor económico, de los menús, de precios y de pagos, esto motivado en una deuda. Por ello, cancelamos la mitad de la deuda, y el resto lo estamos cancelando a través de los consejos escolares", remarcó.
"Los consejos escolares administran -destacó-, nosotros giramos el dinero y garantizo que el presupuesto de mayo y abril fue depositado y comprometemos a los consejos para que exijan las prestaciones vigentes".
Respecto del menú, Berardi anticipó que están "trabajando para presentar un menú sugerido a todos los consejos, un menú uniforme con distintas comidas de lunes a viernes para que sea más factible el control".
Sin embargo, los gremios docentes no quedaron conformes y anticiparían un inminente cese de actividades. La medida de fuerza no será sólo para pedir por la normalización de los comedores escolares, también se reclamaría por la paralización de las obras edilicias en las instituciones educativas y por el pago atrasado de sueldos.
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