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El número de ataques bajo la modalidad de piratería del asfalto creció un 11 por ciento en el último año. La mitad de los casos ocurrieron en Buenos Aires, en alimentos y bebidas.
Así se desprende del último informe de la Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones, integrada por 80 empresas de la cadena de logística del sector, que analizó los hechos delictivos ocurridos desde el 1° de julio de 2018 hasta el 31 de agosto.
Según el relevamiento, en ese lapso se analizaron 1538 casos de piratería del asfalto, un promedio de 3,60 por día. Si se compara con el estudio que relevó los hechos ocurridos entre el 1° de julio de 2017 y el 31 de agosto del año pasado se advierte que hubo un aumento de casi 11 por ciento. En el anterior documento se habían contabilizado 1388 asaltos.
El 52 por ciento de los casos relevados por la mesa, impulsada por el abogado Gabriel Iezzi y su socio, Víctor Varone, ocurrió en la provincia de Buenos Aires; un 24 por ciento en suelo porteño y el resto de los hechos fue en el resto del país.
La zona más castigada del Gran Buenos Aires fue la oeste, donde sucedió el 47 por ciento de los casos; en la zona sur se produjo el 35 por ciento y en el norte, el 18 por ciento.
La mayoría de los golpes se dan cuando los camiones y camionetas están detenidas y los empleados están en plena tarea de descarga de mercadería. "En el momento de la descarga de la mercadería sucede el 50 por ciento de los casos; un 16 por ciento cuando los vehículos de transporte se detienen en los semáforos en rojo y un 12 por ciento suceden en pleno movimiento y los piratas del asfalto les interrumpen la circulación", según se desprende del informe.
En tanto, a un 28 por ciento de los procesados por hechos de piratería del asfalto se le dicta la prisión preventiva y, siempre según el estudio, aumentó a 15 por ciento el número de condenas.
En el documento, además de las estadísticas y el análisis, se publicaron una serie de recomendaciones para luchar contra esta modalidad delictiva, que tienen que ver con la creación de fiscalías especializadas, como las ya existentes, la federalización del delito y las creaciones de pautas y protocolos para poder llevar adelante las investigaciones científicas. También reclamaron avanzar en el tratamiento del proyecto de ley que regula como delito el uso de inhibidores de rastreadores satelitales y la unificación de la carátula policial de los hechos como "piratería de camiones", con los fines de contar con una estadística real y efectiva.
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