La Conferencia Episcopal reclamó al Gobierno un plan alimentario nacional

En un contexto marcado por la polémica y la necesidad, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, ha solicitado al Gobierno la implementación de un “plan alimentario nacional” que garantice "la llegada de comida a todas las familias argentinas que lo necesiten".

Desde el santuario de la Virgen de Caacupé y San Blas, situado en La Matanza, el arzobispo de San Isidro presidió una significativa homilía dedicada a las mujeres líderes de los comedores populares de todo el país. Este acto se realizó en un momento especialmente sensible, tras el escándalo que involucra a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, por el descubrimiento de varias toneladas de alimentos sin distribuir en depósitos del Estado nacional.

Durante la misa, Ojea expresó un profundo reconocimiento a las cocineras de comedores comunitarios, destacando que estas mujeres "alimentaron a cientos de miles de personas en los momentos más difíciles de la pandemia y continúan siendo un pilar fundamental en la lucha contra el hambre en nuestro país". El prelado recordó que la pandemia de coronavirus dejó a muchas familias argentinas dependientes de la asistencia de los comedores.

Al término de la ceremonia, Ojea bendijo las manos y la vida de las mujeres homenajeadas, quienes recibieron como símbolo de unidad y hermandad una banda con los colores de la bandera argentina.

En el cierre de la homilía, los curas villeros presentes leyeron el documento titulado "Con la comida, no", donde expresaron que “así como la bandera argentina flamea en todos los rincones de la patria, queremos que a ningún hermano le falte el pan”.

Este significativo evento litúrgico del Episcopado tiene lugar un mes después del primer encuentro entre las autoridades eclesiásticas y el presidente Javier Milei. Dicho encuentro se produjo tras las críticas de la institución católica a la interrupción en la entrega de alimentos a comedores populares por parte del Gobierno.

"La comida no puede ser una variable de ajuste", habían manifestado desde el Episcopado en aquel momento.