La interna dentro del peronismo bonaerense sumó un nuevo y determinante capítulo este lunes, cuando el gobernador Axel Kicillof confirmó lo que hasta el último minuto se intentó evitar: el desdoblamiento de las elecciones provinciales. A través de una conferencia de prensa, el mandatario anunció que los comicios en la provincia de Buenos Aires se realizarán el domingo 7 de septiembre, en una decisión que lo aleja aún más del núcleo kirchnerista y que deja a Unión por la Patria al borde de una ruptura definitiva.
Pese a las maratónicas negociaciones mantenidas el domingo con Máximo Kirchner y Sergio Massa, Kicillof avanzó con la firma del decreto que fija la nueva fecha, despegando así la elección bonaerense de la nacional, prevista para el 26 de octubre. “Como gobernador a cargo de fijar la fecha de elecciones firmé un decreto para que la elección provincial se realice el día 7 de septiembre, con el objetivo de garantizar un proceso electoral ordenado, transparente y centrado en el derecho de los bonaerenses a elegir en condiciones claras”, expresó el mandatario.
Con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) previstas —aunque aún no confirmadas— para el 13 de julio, la decisión de Kicillof implica que los ciudadanos bonaerenses podrían ser convocados a las urnas en tres ocasiones durante este año. Un esquema que no solo agrega complejidad logística, sino que reaviva la discusión dentro del oficialismo sobre la conveniencia de sostener las PASO.
El argumento esgrimido por el gobernador no fue político, sino técnico: señaló que el sistema de Boleta Única de Papel (BUP), implementado por el gobierno nacional para las elecciones de este año, complica la simultaneidad entre los tramos nacionales y provinciales. “Votar el mismo día combinando dos modalidades distintas sería un caos, surgirían dificultades de todo tipo y aumentarían las posibilidades de que un ciudadano no pueda traducir su preferencia en un voto efectivo”, explicó Kicillof.
No obstante, la lectura en los distintos sectores del peronismo fue abiertamente política. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner había manifestado su desacuerdo con el desdoblamiento y advertido, incluso, que sería candidata a diputada provincial por la Tercera Sección si Kicillof avanzaba con esta determinación. La decisión del gobernador, por ende, representa un claro gesto de independencia dentro de una estructura política que venía reclamando cohesión.
La jornada previa al anuncio fue intensa. En una cumbre de ocho horas celebrada en La Plata, Kicillof se reunió con Máximo Kirchner y Sergio Massa en un último intento por acercar posiciones. Desde el entorno del presidente del PJ bonaerense dejaron trascender la incomodidad: “Si en la Provincia dan por hecho el desdoblamiento, están rompiendo. Cristina quiere unidad en una sola elección. Si Axel insiste, rompe la posibilidad de unidad y en ese escenario ella juega en la Tercera”.
Desde el massismo, en tanto, ya dan por descartada la posibilidad de suspender las PASO, entendiendo que la ciudadanía será convocada tres veces este año. “Tendremos que ir a tres elecciones en provincia de Buenos Aires producto de la reforma que hizo el gobierno nacional”, señalaron desde el espacio que lidera el exministro de Economía, al tiempo que remarcaron que aún no hay definiciones sobre si habrá internas o lista de unidad dentro del peronismo.
El impacto de la decisión de Kicillof ya tuvo consecuencias inmediatas. La sesión convocada para este martes en la Legislatura, en la que se iba a debatir la eventual suspensión de las primarias, fue cancelada. Así lo informó el titular de la Cámara de Diputados bonaerense, el massista Alexis Guerrera: “En función del cronograma electoral fijado para las PASO y teniendo en cuenta el reciente anuncio del gobernador sobre el desdoblamiento, como también el envío de un nuevo proyecto del Ejecutivo para suspender las Primarias, considero prudente dejar sin efecto la sesión convocada”.
El escenario político en la provincia de Buenos Aires se redefine así en un clima de alta tensión dentro del oficialismo. Con el calendario electoral en marcha y las fracturas expuestas, el peronismo enfrenta semanas decisivas para intentar sostener una unidad que, por el momento, parece cada vez más lejana.
Dejar un comentario