El gobernador bonaerense Axel Kicillof volvió a cuestionar con dureza al presidente Javier Milei tras el show que el mandatario nacional ofreció en el Movistar Arena, durante la presentación de su nuevo libro. El dirigente del Frente de Todos calificó el evento como “una locura” y sostuvo que el oficialismo “está completamente desconectado de la realidad social y económica que atraviesa el país”.
“Hay que resaltar el grado de locura que esto implica”, expresó Kicillof en declaraciones televisivas, mientras se escuchaban de fondo las canciones interpretadas por el propio Milei durante su presentación. “Es preocupante, es asombroso, están por fuera de la realidad realmente”, agregó, en un tono de indignación que marcó toda la entrevista.
El mandatario provincial consideró que el acto del Presidente “resulta incomprensible en medio de una crisis social y productiva” que golpea a vastos sectores del país. “Cualquier otro tipo de gobierno utiliza los recursos que tiene para tratar de solucionar los problemas o alguno de los problemas… ¿Qué hace el Presidente en esta crisis económica, con esta situación social, haciendo esto?”, se preguntó con ironía. “A Milei hay que despertarlo”, remató.
Durante la conversación con C5N, Kicillof profundizó su análisis sobre el panorama económico actual y advirtió sobre un fuerte deterioro en los indicadores de crédito y consumo. “Hoy venía mirando números con el presidente del Banco de la Provincia. La morosidad de las familias en el sistema está en 5,9%, el peor número desde la crisis de 2009. Está por encima de los niveles de la pandemia y se está acelerando”, alertó.
“La morosidad quiere decir que la gente que tomó un crédito o usó la tarjeta ya no puede pagarla. Son niveles históricamente bajos en Argentina y solo se registran en momentos de crisis muy graves”, explicó. En ese sentido, el gobernador apuntó directamente contra la gestión nacional: “A pesar de que el Presidente, en lugar de cambiar o hacer autocrítica, profundiza, deberían estar encargándose y ocupándose de lo que les pasa a los comerciantes y a las familias”.
El gobernador también se refirió a la sorpresiva renuncia de José Luis Espert a su candidatura por La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, y a la intención del oficialismo de reemplazarlo por Diego Santilli en la boleta. Kicillof advirtió sobre las dificultades administrativas y los altos costos que implicaría una eventual reimpresión de las papeletas electorales.
“A 20 días de las elecciones nos van a meter a toda la fuerza de la provincia de Buenos Aires, porque hay audiencias donde hay que impugnar o no la boleta. Hay un montón de procedimientos que hay que hacer”, detalló.
El mandatario recordó que el nuevo sistema electoral bonaerense unifica la impresión de boletas y que el gasto corre por cuenta del Estado. “Antes las boletas las imprimían los partidos, ahora es una sola impresión. Todas las boletas que pagó el Gobierno de la provincia para la boleta partidaria, la de siempre, fueron tres veces más baratas: 5000 millones de pesos contra esta, que son 15.000. Modificar todas las boletas no es solo una fuerza: incluso si lo paga La Libertad Avanza, el costo sería como 10 millones de dólares de campaña”, sostuvo.
Kicillof además insinuó que la salida de Espert podría haber sido motivada por presiones externas. “Yo no sé si no lo bajan los yanquis, porque el jefe de campaña de La Libertad Avanza no es más Santiago Caputo, el jefe de campaña es Donald Trump”, lanzó con ironía, aludiendo a los vínculos del gobierno argentino con el expresidente estadounidense.
Para el gobernador, la decisión de apartar a Espert no responde a razones éticas ni judiciales. “No lo bajan por el juicio en Estados Unidos, ni por los 200.000 dólares, ni por los vuelos en avión, ni por las 300 mentiras que dijo Espert. Lo bajan porque electoralmente no les está garpando. Lo corren por conveniencia política, ni siquiera por las acusaciones vinculadas con el narco”, aseguró.
Frente a la incertidumbre sobre el futuro de las boletas y los tiempos ajustados del cronograma electoral, Kicillof volvió a ironizar sobre el rumbo del oficialismo: “Si van a cambiar la boleta, que lo pongan a Trump”, concluyó entre risas, aunque sin disimular la preocupación por lo que definió como un clima de “improvisación y desconexión total” por parte del Gobierno nacional.
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