El kirchnerismo celebra la dupla Scioli-Zannini

Esta  nueva incorporación “es una fórmula potente, competitiva, muy contenedora y con mucho futuro” aseguran desde el Frente para la Victoria. Distintos referentes del espacio elogiaron dicha articulación. En la mañana de ayer, los dirigentes del Frente para la Victoria (FpV) celebraron la incorporación del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, como candidato a vicepresidente de Daniel Scioli, y  aseguraron que conforman una “dupla potente y competitiva”, así como también consideraron que va a “resguardar los logros alcanzados”. Asimismo, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, fue uno de los primeros en elogiar la nueva dupla política y aseguró que Zannini, hombre muy cercano a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, "va a resguardar, junto a Scioli los logros alcanzados" por el modelo kirchnerista. Por su parte, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, celebró la designación y dijo que la figura de Zannini constituye "un punto de referencia ideológica" para el kirchnerismo. Y agregó: "Es un hombre de muchísima experiencia que acompaña desde 1987 a Néstor y a Cristina y en su cargo de secretario Legal y Técnico ha tenido un papel importante como articulación de las principales leyes que ha impulsado este gobierno". De igual modo, la diputada nacional Juliana Di Tullio, consideró que “es una muy buena fórmula, con mucha potencia, muy atractiva y con mucho futuro. Se trata de dos hombres ligados hace muchos años a este proyecto”. En ese contexto, sostuvo que la fórmula integrada por Scioli y Zannini “expresa incluso los matices del peronismo”. Las declaraciones más sorpresivas fueron las del secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional y miembro fundador de Carta Abierta, Ricardo Forster, quien volvió a deslizar elogios para el Gobernador y subrayó que la elección de Zannini para acompañar a Scioli es “una señal política elocuente”, que refleja que el Frente para la Victoria “va a seguir caminando por el camino construido a partir del 2003”. Finalmente, consideró que esta nueva etapa que se abre “no es un giro moderador o conservador” como muchos creían ver en Scioli, sino “un equilibrio interesante”.