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La iniciativa, impulsada por el senador del kirchnerismo Gustavo Oliva, propone establecer un código integrado de las normas educativas y, como punto polémico, que los alumnos evalúen a los maestros. El proyecto también busca incorporar dispositivos didácticos e innovadores.
Un proyecto de ley impulsado por el kirchnerismo, que será presentado el jueves en la Legislatura, propone ordenar las leyes educativas de la provincia, en una serie de puntos que incluye, entre los más polémicos, la posibilidad de que los docentes sean evaluados por los alumnos y otros miembros de la comunidad educativa.
El anteproyecto fue dado a conocer en diciembre último, pero tomará estado parlamentario el jueves con el objetivo de ordenar las leyes educativas vigentes en un código integrado, así como también de “incorporar dispositivos didácticos e innovadores” para la escuela.
En tanto, pese a que la iniciativa contó con la colaboración de un grupo interdisciplinario, fuentes de la Federación de Educadores Bonaerense (FEB) indicaron que no fueron consultados para la confección del proyecto, aunque evitaron pronunciarse al respecto.
“Es un aporte a la jerarquización del sistema educativo y busca promover innovaciones significativas que nos permitan construir una nueva escuela”, explicó el autor del proyecto, el senador del Frente para la Victoria, Gustavo Oliva.
Según indicó el legislador, la iniciativa es el resultado de tres años de trabajo de un equipo interdisciplinario, que contiene 1127 artículos, reunidos en 132 capítulos, 24 títulos y 4 libros. E incorpora una serie de innovaciones que pueden sintetizarse en al menos 12 puntos: uno de los más relevantes es la propia propuesta del Código como herramienta unificada y ordenadora. Es por eso que la propuesta significó la reescritura del articulado de las principales leyes que rigen la educación en la Provincia.
“Hoy por hoy es muy difícil acceder a la legislación educativa vigente porque se encuentra dispersa en once leyes estructurales más las resoluciones y disposiciones”, remarcó el senador.
Por otro lado, uno de los puntos más polémicos de la iniciativa establece la posibilidad de que los docentes no sólo sean evaluados por autoridades, sino que se incluya también a diferentes actores de la comunidad educativa, como alumnos, adultos responsables del estudiantado y el propio maestro en una autoevaluación. De acuerdo a los argumentos que se expresan en la propuesta, este cambio de modalidad pretende sumar “el concepto de evaluación, participativa y democrática”.
Asimismo, otro apartado de relevancia promueve que los docentes de educación especial puedan tomar un año de licencia con goce íntegro de haberes cada siete años efectivamente trabajados frente a curso.
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