La medida preventiva fue tomada por el ministerio de Salud de la Nación. Nació a raíz de dos nuevos casos que fueron atendidos en hospitales porteños. Este par, junto al de abril, son los primeros registrados desde 2000.
El ministerio de Salud de la Nación emitió un alerta epidemiológico a raíz de dos nuevos casos autóctonos de sarampión que fueron atendidos en hospitales de la ciudad de Buenos Aires, que se suman a otro detectado en abril, los primeros que se registran en el país desde el año 2000.
Se trata de dos bebés de 5 y 6 meses, residentes en Capital y en la provincia, respectivamente, y que fueron asistidos en los hospitales porteños Ricardo Gutiérrez y Pedro Elizalde.
Ninguno de los dos podía vacunarse (la primera dosis de vacuna se aplica al año de vida) y tampoco habían viajado. Según el comunicado, se encuentra en marcha la investigación para determinar la fuente de infección. Frente a esta situación y el contexto epidemiológico global, se instó a los equipos de salud "a verificar el estado de vacunación de la población, sensibilizar la vigilancia epidemiológica de enfermedad febril exantemática y responder rápida y adecuadamente frente a la identificación de casos sospechosos".
En la Argentina, el último caso de sarampión endémico se registró en 2000. Desde entonces, solo hubo 32 casos importados. Los últimos tres ocurrieron en suelo porteño: dos fueron importados y uno relacionado con una persona que había viajado al exterior.
Hace dos años, la Organización Panamericana de la Salud había declarado a las Américas como la primera región en estar libre de la circulación del virus, pero desde entonces comenzaron a aparecer casos en once países. Desde 2017 en Venezuela se registra un brote en curso y también hubo casos importados en Colombia, Estados Unidos, Perú, Antigua y Barbuda, Guatemala, Canadá y México.
Más grave la situación es en Europa. Allí, la Organización Mundial de la Salud (OMS) viene alertando a del repunte del sarampión. El año pasado, la organización registró 35 muertes y 21.315 casos de esa enfermedad, un 400 por ciento más que en 2016, cuando se contabilizó un mínimo histórico con 5.273 casos.
El del sarampión es un virus muy contagioso y muy transmisible. Puede permanecer dos horas en el aire en ámbitos cerrados. Nueve de cada diez personas susceptibles, si están en contacto con un portador, lo adquieren.
Los primeros síntomas son fiebre, manchas rojas en la piel, y lo que se conoce como "triple catarro" (conjuntivitis, rinitis y bronquitis). Puede tener complicaciones graves, como neumonía viral, sobreinfección bacteriana y encefalitis.
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