Así lo comunicó el concejal masissta Adrián Maciel, quien mostró su preocupación respecto de que a pesar de una suba general del presupuesto de casi 30 por ciento, se habla de importantes bajas en puntos sensibles.
Desde hace dos semanas, el Honorable Concejo Deliberante tiene en su poder el Presupuesto para el próximo año ideado por el Ejecutivo. El mismo está siendo analizado por los ediles de los diferentes espacios, y ya comenzó a levantar controversias por algunas de las decisiones sobre el destino de los 4.451 millones de pesos previstos para 2018.
“Resulta interesante realizar un análisis de los aspectos más distintivos del contexto y del significado que tienen estos números para dilucidar el dudoso rumbo municipal, más allá del aumento general del casi 30 por ciento”, refiere el concejal masissta Adrián Maciel, antes de enumerar: “Habrá reducción de gastos e inferior inversión en áreas como Educación, Obras Públicas o en la Subsecretaria de Transporte, e ínfimos aumentos en Salud, menor al 1 por ciento. En definitiva, se prevén con liviandad que en áreas sensibles y palpables para los vecinos de Pilar vaya a haber inconvenientes de presupuesto notorios”.
Asimismo, indicó que, en torno a la Secretaría de Educación, el presupuesto “se reduce de manera contundente en un 47 por ciento, de 219 millones en 2017 a 116 en 2018. En Obras Públicas la caída será del 73 por ciento, tras una suba sistemática por un año eleccionario que trepó casi hasta los 1.000 millones de pesos y en 2018 serán 269 millones, y la baja no se reduce a un achicamiento del gasto público. En tanto, también son notorias las bajas en Participación Ciudadana (de 31 a 18 millones en 2018), en Servicios Públicos (de 380 millones a 340) y, sobre todo, en la Subsecretaria de Transporte municipal, con una caída del 76 por ciento, de casi 45 a apenas 11 millones”.
Por otra parte, el edil aseguró que, respecto al destino del dinero, “los recursos humanos significan unos 2.418 millones de pesos para los empleados con los que cuenta la Comuna, un crecimiento de más del 30 por ciento, sosteniendo así el aumento del 2016 (1.319 millones) y 2017 (1.823 millones). De hecho, más de la mitad de todo el presupuesto municipal se va en este ítem y, mientras tanto, las arcas se desfinancian en otras áreas pertinentes. El área de Salud, por ejemplo, que se lleva también un gran porcentaje del total, tendrá un ínfimo aumento del ni siquiera 1 por ciento”.
Finalmente, disparó que “en el Ente Coordinador de Cooperativas, lo presupuestado para 2017 fue de casi 2,5 millones de pesos y lo gastado (con fondos provinciales) fueron casi 80 millones. Los 44 millones presupuestados en esa área para 2018 serán del tesoro municipal”, y concluyó: “No ahondamos en áreas en las que son un despilfarro, pero nos resulta ineludible el análisis para que haya una buena gestión municipal y se utilicen con criterio cada una de las herramientas disponibles. Hoy no parece que vaya a ocurrir”.
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