Quien escucha hablar a Marcela Campagnoli se da cuenta enseguida de que no le teme a nada. Pocos políticos de la Argentina actual son capaces de hacer campaña diciendo lo que piensan en verdad. Sin esconderse en circunloquios, eufemismos y frases de propaganda, la ex concejal de Pilar no teme opinar desde su lugar como política y, a su vez, ciudadana. “Necesitamos un cambio drástico en la Argentina, instalar un espíritu republicano y esperanzador y hacer imperar la ley”, afirma.
Abogada recibida de la Universidad de Buenos Aires y profesora de Historia del CONSUDEC, empezó en la política en el año 2001. ¿Su motivación? Ni reconocimiento, ni poder, ni dinero. Quería que sus hijos tuvieran mil razones para quedarse a vivir en la Argentina y ninguna para irse al exterior. “Decidí involucrarme en política para ver si podía aportar algo”, dice Campagnoli.
Su carrera empezó con López Murphy en el partido Recrear de Pilar. De a pequeños pasos fue tomando notoriedad, y en el 2007 fue concejal, hasta el 2011, cuando se postuló como candidata a intendente. Hoy es diputada nacional por la provincia de Buenos Aires de la Coalición Cívica ARI en primer lugar y es conocida por ser la referente bonaerense de Elisa Carrió.
¿Qué opina de la manera de hacer política actual?
Yo creo que tenemos un país maravilloso que ha estado muy mal administrado y que tiene una forma de construir en política que provoca que se vayan los mejores. Es una forma en donde no se respetan los valores éticos ni las instituciones. Y yo creo que mi paso en la política fue justamente para animar a más gente a participar para que podamos modificar esto.
¿Cómo ve el acuerdo Macri-Carrió?
Lo celebro. Considero que tenemos un electorado que compartimos. De hecho, nuestros diputados y los del Pro han votado de manera similar en el Congreso. Es un acuerdo que mantiene las diferencias de cada partido pero que busca construir un espacio que pueda disputar poder y evitar que el PJ vuelva a ganar una elección. Creemos que la Argentina necesita demostrar que se puede gobernar sin el PJ y tener un gobierno exitoso.
¿De qué manera benefició la alianza a cada candidato?
A Lilita porque siempre le reclaman que no tiene gestión y que no ha estado en un cargo ejecutivo. Y se lo reclaman, pese a que ella ha gestionado durante 20 años una Pyme de políticas públicas, porque el bloque de diputados de la Coalición Cívica es el más escuchado en el Congreso. Y de Macri se dice que le falta consistencia constitucional, que es demasiado pragmático y le falta teoría. El aporte de Carrió le da otro empuje. Hay un complemento mutuo. Creo que es una alianza que tiene que servir a todos, porque uno gobierna para el pueblo no para el partido.
¿El que ganara en las PASO también recibiría el electorado del otro?
Por supuesto. El que no gane las PASO apoya al otro en octubre.
En una de sus entrevistas pasadas, afirmó: “La alternancia en el poder no es una alternativa sino una necesidad”.
El perpetuarse en el poder es propio de las monarquías, no de las democracias. La democracia es alternancia. Y por las experiencias que tenemos en el conurbano y también acá en lo local con (Humberto) Zúccaro, la permanencia en el poder hace que acumulen más y que se sirvan del poder en vez de servir con él. No es bueno que haya más de dos períodos consecutivos en una intendencia y creo que a nivel nacional la reelección siempre fue un fracaso porque el que se postuló para reelección siempre buscó más.
¿Cree que el país está listo para la transición política?
Creo que estamos frente a un fin de ciclo en lo nacional y también lo local. Creo que es bueno que haya cambios, que hay muchísimas cosas que se pueden mejorar, especialmente desde el punto de vista institucional. Cuando el Estado es fuerte y posee buenas instituciones, es capaz de soportar un mal gobierno. Pero cuando el Estado es débil como el que tenemos ahora, y no hay ningún organismo de control, todo el poder se concentra en el presidente, que arma y desarma como se le antoja y no como dice la Constitución.
¿Cómo cree que la gente siente la política?
Veo mucha desesperanza y desmotivación. Creo que todos estamos llamados a una vocación política; algunos estarán más avocados a una política partidaria y otros preferirán hacerlo desde lo social. Pero la realidad es que solamente la política cambia la vida de las personas. Una ONG puede ayudar, pero no va a cambiar la vida de la gente. Creo que es importante que todos nos animemos a dedicarle al menos cuatro años de nuestras vidas para aportar nuestro grano de arena.
¿Cómo vivió la tragedia de Nisman, teniendo un hermano fiscal?
El año pasado me moví mucho para que mi hermano fuera restituido en el cargo. Jamás pensé que podía pasarle lo que le pasó a Nisman. Pero cuando murió, lo pensé. Jamás imaginé que además podían matar. Te genera mucho desamparo pensar que una persona que hasta diciembre era un excelente fiscal para el gobierno, pasó a ser el enemigo público porque osó denunciar a la Presidenta. Te da mucha vergüenza que nos estén gobernando personas que improvisan y piensan que somos tontos. Que te dicen golpista cuando marchas en silencio, cuando nosotros somos un pueblo desarmado que marchó en paz. Yo quiero que Cristina (Fernández) termine su mandato en diciembre como corresponde.
Siento que a pesar de todo conserva una mirada muy optimista de la política.
Siempre soy optimista. Soy una persona de mucha fe y creo que Dios siempre da oportunidades. La Argentina ha tenido muchos fracasos de los que tenemos que sacar enseñanzas. Nuestro país es como un corcho que quieren hundir pero siempre sale a flote. Y vamos a recuperar la Argentina cuando tengamos una educación de calidad y volvamos a ser creativos para reinventar el país. Carrió está por lanzar estos días un libro que se llama la “Reinvención de la Argentina Republicana” donde habla de cómo utilizar la creatividad para poder cambiar las cosas que nos han estancado y volver a ser uno de los primeros países del mundo.
Tiene muchas ideas similares a Nicolás Ducoté.
Sí, porque con Nicolás formamos un partido vecinal en Pilar. Una vez que ya me lo habían presentado hizo algo que me encantó. Se acercó a casa y me dijo: “Mira, Marcela, estuve entrevistándome con todos los políticos de Pilar y con la única persona con la que haría política es con vos”. Compartimos una visión de la manera de hacer política.
¿Por ejemplo la comparación entre la política y las ONG?
Claro, compartimos la manera de transparentar la política. De que la política tiene que servir y no debes servirte de ella. Y él es una persona sumamente formada. Puede haber muchos profesionales que se presenten para candidatos a intendente, pero la formación que tiene Nicolás para las políticas públicas, en las ONG, lo catapulta para ser el candidato que necesita Pilar en este momento.
De sus años como concejal, ¿qué aspectos en Pilar siguen sin resolverse?
Como concejal hice muchas denuncias sobre la manera de administrar el presupuesto porque no me parecía que fuera transparente ni me cerraban los números de las recaudaciones. Pero creo que lo que más falta es planificación. Y como no se ha planificado su crecimiento, arterias alternativas como Caamaño, Champagnat o Ruta 26 están congestionados. Y Pilar ha crecido de la mano privada, no del municipio. Yo siempre me quejaba porque eran los desarrolladores quienes nos marcaban por dónde crecía Pilar. Nosotros debemos decidir qué zonas deben desarrollarse y cómo.
Y en general las calles importantes de Pilar están congestionadas.
Sí, y es terrible porque tiene que ver con la mala circulación que se hace de los recursos. Hay calles como Tratado del Pilar que desde que yo fui concejal en 2007, se repavimentó cuatro veces en siete años. ¿Cómo puede ser que nuestros recursos los administren tan mal? Porque los impuestos en Pilar no son baratos. A mí me los cuadruplicaron. Y antes lo pagaba bimestralmente y ahora lo pago todos los meses. Así que ha habido un incremento terrible en la recaudación, pero no se ve en obras ni en la mejora de la calidad de vida de la gente.
¿Y esto es corrupción?
Por supuesto. Una vez un periodista me preguntó cómo podía ser que se aprobaran los emprendimientos en las calles donde no corresponden y yo le contesté que si en Pilar se investigara el incremento patrimonial de nuestros funcionarios, se daría cuenta de por qué se aprueban esas cosas. Y yo las voté siempre en contra.
¿Por qué cree que Zúccaro permaneció todos esos años como intendente?
Porque es muy hábil para hacer política y para destruir al contrincante. Se la pasa favoreciendo el crecimiento de candidatos dentro de los espacios opositores para debilitar el voto en contra. Hay elecciones en las que Zúccaro saca el 40 por ciento de los votos y los demás no sacan más del 5. Si estuvieran todos juntos, sería distinto. Y además porque el PJ tiene una forma de construir poder comprando voluntades, favoreciendo la cultura de la violencia en la política y amedrentando al que quiere enfrentarse a él. Reconozco que es una persona hábil que ha sabido acomodarse con Menem, con Duhalde, con Cristina, con Scioli y ahora con Massa.
En un país ansioso por las elecciones y tensionado por la bipolaridad ideológica que atraviesa a todos los sectores del país, la esperanza siempre es bienvenida. Entre sus denuncias, la candidata a diputada siempre rescata los valores de la honestidad e igualdad. Pocos son los políticos que primero son ciudadanos. “Somos un país muy bendecido por Dios”, concluye Marcela Campagnoli. Y lo cree en serio.
Azul Rizzi
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