El Concejo Deliberante de Pilar se sumó al reclamo de los trabajadores de Ilva, la fábrica ceramista que hace más de un mes despidió a la totalidad de su personal. En una resolución aprobada por mayoría, los ediles manifestaron su repudio a la decisión empresaria y exhortaron a las autoridades nacionales a intervenir para garantizar la continuidad de las fuentes laborales.
El conflicto se inició el 29 de agosto, cuando los 300 empleados de la planta del Parque Industrial se encontraron con las puertas cerradas y candados en los portones. Ese mismo día, comenzaron a recibir los telegramas de despido. A los pocos días, la compañía difundió nuevas búsquedas laborales para cubrir gran parte de los mismos puestos, lo que fue interpretado por los operarios como una maniobra para reemplazar a los trabajadores con mayor antigüedad por contrataciones temporarias con menores costos.
Desde entonces, los despedidos mantienen un acampe frente a la planta y reclaman la reincorporación o, en su defecto, el pago total de las indemnizaciones. Aseguran que la empresa solo ofrece abonar el 50 por ciento, amparándose en una supuesta crisis económica que los trabajadores niegan. Además, denuncian que se les adeudan dos quincenas.
Durante la última sesión ordinaria, el concejal Silvio Rodríguez, del Frente de Todos, impulsó la resolución que obtuvo la aprobación del cuerpo. En su intervención, el edil sostuvo que “las empresas no son solo capital, son también trabajo”, y criticó la postura del Gobierno nacional. “Nos están llevando hacia un país para pocos, donde se naturalizan los despidos y la pérdida de derechos”, expresó.
Rodríguez advirtió además que, si el oficialismo nacional avanza con su agenda legislativa, buscará imponer una reforma laboral y previsional que podría profundizar la precarización. “Lo que sucede en Ilva es una muestra de lo que quieren instalar en todo el país”, afirmó.
En un cuarto intermedio, los trabajadores participaron de la sesión y relataron la angustia de haber sido despedidos de manera sorpresiva. Contaron que muchos llevaban décadas en la empresa y que la incertidumbre se suma a la falta de respuestas concretas por parte de la firma.
A más de 40 días del conflicto, la situación continúa sin avances: la empresa se mantiene firme en su postura y los empleados, acompañados por sectores gremiales y políticos, siguen resistiendo frente a las rejas de la planta, reclamando por sus puestos de trabajo y por el cumplimiento de sus derechos laborales.
Dejar un comentario