A pesar de los problemas diarios que sufren los pilarenses con el agua, el Concejo Deliberante de Pilar aprobó un proyecto que expresa su rechazo a las medidas impulsadas por el Gobierno Nacional tendientes a privatizar AySA, la empresa que presta el servicio de agua corriente y cloacas en gran parte del distrito.
La iniciativa, respaldada por la mayoría de los bloques, advierte sobre “las consecuencias negativas que implicaría el desprendimiento de la empresa del Estado”, entre ellas, el encarecimiento del servicio, la pérdida de beneficios sociales y una menor inversión en infraestructura, sobre todo en zonas vulnerables.
Desde hace años AySA presenta fallas en el sistema, como el desabastecimiento de agua potable, falta de infraestructura de calidad y una completa inoperancia en materia de respuesta hacia los problemas ya mencionados. Sin embargo, desde el Concejo Deliberante de Pilar afirman que la compañía no debe ser privatizada.
Fue el concejal de Unión por la Patria, Iván Giordano, quien expuso su mirada sobre esta medida frente al cuerpo legislativo. En primer lugar, planteó que una eventual privatización abriría paso a “un aumento desmedido de tarifas” y podría significar la eliminación de la tarifa social que hoy alcanza a clubes de barrio, centros de jubilados y sociedades de fomento.
Además, Giordano subrayó que AySA “perdería su mirada social”, la cual actualmente no tiene porque no existe oficina en Pilar, lo que según él impactaría directamente en barrios donde actualmente se están realizando o se planifican obras de expansión del servicio. “Si se privatiza, la empresa no solo no va a continuar esas obras, sino que probablemente no vuelva más a esos sectores”, advirtió.
El edil también afirmó que si esto sucede puede haber una falta de inversiones estratégicas, las cuales aún no se hicieron por parte de la empresa. “Una empresa privada no va a extender redes en barrios populares ni tampoco en zonas como Pilar centro. Solo se va a enfocar en los accesos a countries y barrios cerrados, lo que va a profundizar la desigualdad territorial”, afirmó.
En paralelo, se refirió a las deficiencias que ya presenta la prestación del servicio, asegurando que la turbiedad del agua en algunos sectores del distrito y los reiterados cortes son parte de un desfinanciamiento. “Todo esto es parte de un plan deliberado para desfinanciar AySA, achicarla y luego transferirla a manos privadas en condiciones favorables para unos pocos”, señaló.
Giordano concluyó su exposición advirtiendo que los costos de esta estrategia recaerán sobre la ciudadanía. “Los vecinos van a pagar más por un servicio deficiente, y además los trabajadores también sufrirán las consecuencias, porque ya hay despidos en el sector”.
Desde el Concejo insistieron en la necesidad de sostener a AySA como una empresa estatal con “compromiso social”, que garantice la prestación equitativa de un derecho básico como el acceso al agua potable y a un sistema de saneamiento adecuado. Sin embargo, los pilarenses están completamente en disconformidad con el servicio, por lo que esta decisión por parte del Concejo no expresa realmente la voluntad de la comunidad.
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