A pocas semanas de las PASO, Nicolás Ducoté se muestra más seguro que nunca: “Estoy convencido de que la gente de Pilar va a tener más agua potable, más educación y más seguridad si cambia este gobierno”. Optimista por la fuerza de su equipo de trabajo y orgulloso del conocimiento del partido que ha adquirido, se propone alcanzar el 45 por ciento de los votos para las elecciones generales.
Alejado de las peleas propias de la política a la hora del cierre de listas, Ducoté presentó la suya con la alegría de quien busca cambiar hacia algo bueno. “Al sumar lo nuestro más lo de otros, te das cuenta de que la suma se convierte en multiplicar, y que solo así vamos a convertirnos en una fuerza capaz de hacer frente a cualquier estructura justicialista”, afirma desde su búnker político en Lorenzo López.
Y en medio de esta incertidumbre por las elecciones pilarenses, Ducoté está convencido de la receta ideal para darle a Pilar el cambio que necesita. El equipo, conformado por gente preparada y honesta, la posibilidad de medir fielmente el cumplimiento de los objetivos, y mucho trabajo voluntario y entusiasta. Sin duda, una de las banderas principales de su propuesta es la confianza que tiene de la gente que lo rodea. Y es que una de las más cosas difíciles de lograr, es que Ducoté responda en primera persona: “Estamos todos los días en la calle, la gente se va a sorprenderse de cuánto nos va a ver”.
¿Tenés esperanzas para las elecciones?
Si seguimos creciendo en conocimiento, que debemos estar alrededor del 40 por ciento y queremos llegar al 60 para la general, sumado a lo que venimos creciendo en intención de voto, que es más o menos un 4 por ciento mensual, la proyección actual tiene que llegar al 45. Nos funciona bien lo que hacemos. Estamos logrando construir en comunidad de una manera absolutamente distinta de como lo hace la política tradicional. Es con voluntarios, con gente que pone su casa, su corazón, su tiempo y su energía en apostar a que podemos hacer algo en conjunto que logre enfrentarse a los aparatos contundentes de Zúccaro y Molina.
Y es una política que incluye mucho a los jóvenes.
Debemos ser la propuesta con más militancia juvenil no rentada de Pilar y de Zona Norte. Conscientes de que más de 20 mil chicos votan por primera vez y de que tenemos un 50 por ciento de electorado menor de 35 años, buscamos tener una propuesta muy orientada a los jóvenes. Muchos de nuestros jóvenes están todo el día haciendo el trabajo en la calle que entusiasma, contagia y que nos da un empujonazo a los que ya no somos tan jóvenes. Gente que por ahí tiene menos camino recorrido, pero que tiene una fuerza enorme para salir y sumar muchísimas voluntades.
Hay algún desacuerdo en la sociedad de que voten los mayores de 16, ¿qué opinas del tema?
A uno le puede gustar o no, pero una vez que la Argentina toma esta decisión y le da este poder a los jóvenes, quienes estamos en política tenemos la responsabilidad y oportunidad de trabajar con ellos de la manera más cercana posible y darles las herramientas que necesitan. Si los jóvenes unieran sus voluntades y trabajaran en conjunto podrían determinar quien gobierna y quien no, a qué causas atender y en qué ámbito invertir. Somos conscientes de que hay que complementar esa fuerza vital con la experiencia y creo en que nuestros jóvenes están en condiciones de hacerse cargo de la construcción en conjunto para los próximos cuatro años.
¿Qué es lo más difícil del puerta a puerta?
Lo primero es el descreimiento y la desconfianza que muchos sienten de la política. Sostienen que los últimos 24 años fueron iguales y que la misma gente ha pasado una y otra vez prometiéndoles cosas que nunca cumplieron. Entonces cuando nuestros voluntarios se acercan a una casa, se encuentra con gente que no quiere saber nada de política. Es un desafío, fruto de mucha mala política, del cual tenemos que hacernos cargo. Y otra cosa difícil, es la desconfianza de los vecinos de poder construir junto al Estado un futuro mejor. No creen que el en conurbano se pueda aspirar a gobernar con transparencia y honestidad.
¿Y esta estrategia sirve para aumentar el nivel de conocimiento?
Lo que más aumenta el conocimiento es la perseverancia, tenacidad y esfuerzo de estar desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche recorriendo casa por casa, barrio por barrio. Hacer esto no solo vale la pena para Pilar, vale para la provincia de Buenos Aires y el país. Quizás las diferencias en las elecciones nacionales terminen tan peleadas como Santa Fe y la diferencia la hicimos en este pedacito de la Argentina. Tenemos una responsabilidad enorme que asumimos con muchísimo entusiasmo.
En la última entrevista que tuvimos en agosto de 2014, dijiste que lo que te faltaba como político era experiencia territorial. ¿Qué respondes hoy?
Hoy la estamos adquiriendo a pasos agigantados. Son la combinación de dos conocimientos en paralelo. Uno es el conocimiento de los casi 150 barrios de Pilar. Pude vivir de primera mano las calles de tierra, la falta de veredas y las zonas que no tienen luz. Es una realidad que viven muchos pilarenses, pero cada uno en su localidad. Creo que son pocos a esta altura, de quienes hacemos política territorial, los que tenemos un conocimiento de los contrastes y adversidades entre los distintos barrios. Caminar cada barrio es una experiencia que llevo mucho más acumulada, llevo miles de cuadras recorridas. Y el otro conocimiento es la posibilidad de identificar los referentes territoriales de cada localidad.
Otra de las cosas que hablamos fue la preocupación que tenías por las alianzas que te exigían distintos personajes de la política y con quienes no querías comprometerte un año antes de las elecciones. ¿Cómo resolviste el cierre de lista?
Tomé una decisión inusual de la política: no asumí ningún compromiso previo al cierre de listas. No prometí lo que no se pudiera garantizar. Y, sumado a eso, se nos dieron dos características importantes. La primera fue la convicción de muchísimos de nosotros, que también hubieran podido ser candidatos a intendente, de que la fuerza estaba en la unidad y de que juntos podíamos competir contra cualquier aparato político que se nos pusiera en frente. Y lo segundo, fue que recorrimos ese camino a la unidad con enorme generosidad. Casi no puse gente de mi estructura de trabajo, sino que compartimos con gente que venía de distintos espacios. Así fuimos logrando que lo que tuvieran para sumar Gabriel Lagomarsino, Miguel Gamboa, Sebastián Neuspiller nos diera una fuerza inusual.
¿Qué valoras de tu crecimiento en la política?
Nunca me imaginé que iba a ser tan fácil y contagioso despertar voluntades y pasiones por la vida pública desde la política. Originalmente cuando me embarqué en esto, creía que podía convencer a dos personas de cada diez. Algo bien hemos hecho durante este camino para que ahora sean ocho o nueve cada diez. Sabemos que cuánto más crece nuestro conocimiento, más crece la intención de voto. Ahí radica una enorme oportunidad política que tenemos, porque Zúccaro tiene un 100 por ciento de conocimiento en Pilar y sin embargo, no hay más del 45 por ciento que quiere votarlo. El otro 55 quiere otra opción, algo distinto. Los más desconocidos somos nosotros. Hay seis cada diez que no nos conocen y estoy convencido de que van a darnos una oportunidad.
¿Cuáles son los ejes principales de los que te ocuparías si llegas a la intendencia?
Primero la inseguridad. Muchísimos vecinos sienten cotidianamente la intranquilidad y miedo de andar por la calle. Pilar tiene que duplicar la inversión y lograr mucha más efectividad en la prevención y combate del crimen. Segundo, avanzar decididamente en una cantidad de obras públicas que no se han hecho: agua y cloacas, asfalto, vereda y mejor cuidado del entorno, como transporte público. Tercero, tenemos que invertir mucho mejor de lo que se ha hecho en los recursos de salud. No hace falta aumentar sino avanzar en las carencias de nuestro sistema. Y por último, tenemos que hacer mucho más por la educación. La mitad de los chicos no terminan el secundario y hay 2500 chicos que no van al jardín porque no tienen vacante.
¿A qué adjudicas que no se haya hecho nada de esto en los últimos doce años?
En algunas cosas fallamos nosotros y en otras falló la articulación política entre oposición y justicialismo. Al final del día, cuando a un adulto mayor no le alcanza la plata para llegar a fin de mes o un chico abandona el colegio, estamos fallando todos. Cuando veo que el 70 por ciento de la gente de Pilar no tiene acceso a agua corriente y cloacas lo tomo como una falla como concejal. Pero ante la cantidad de cosas por hacer, tenemos que encontrar la fuerza para enfrentar cada mañana esta pelea electoral. Uno no lo hace por el éxito de la campaña de elección, sino para que las buenas iniciativas pueden cambiarle la vida a la gente.
¿En qué cosas sentís que fallaste como concejal?
Mi fracaso más grande es haber dedicado dos años en ese rol y sentir que no le mejoré de una manera significativa la vida a las miles de personas que me hubiera gustado. Muchos de mis proyectos fueron frenados o rechazados por el oficialismo, pero yo no tuve la fuerza de imponerme. Parte de chocarse con la bruta realidad política del conurbano es ver que estamos con gobiernos que se preocupan por ocupar el espacio de poder, antes que innovar y brindar más servicios al espacio público. Cuando uno ve el nivel de delincuencia, narcotráfico y las carencias en educación, como clase política estamos fracasando. Empiezo por la autocrítica y a la vez encuentro la fuerza para decir que tenemos que hacerlo mejor.
¿A qué adjudicas que nuestro partido haya estado gobernado por la misma persona desde 2003?
Creo que es mucho más hábil para hacer política que una buena gestión de gobierno. Ha mostrado una moneda de dos caras, donde una cara es de absoluta incoherencia en términos de a qué proyecto político corresponde. Es una incoherencia que hace pensar que lo único que quiere es quedarse en el poder, no importa con quien tenga que estar o que tenga que hacer. El tipo de contraste que tuvo con el ida y vuelta entre Massa y Cristina, a muchos nos hace pensar que le preocupa muy poco la coherencia a lo largo del tiempo y que lo único que vale es quedarse en la silla del poder.
Y si hay algo más que caracteriza a Nicolás Ducoté y a su equipo de trabajo es la perseverancia. Muchas veces se trata de intentar e intentar y ganar tan solo unas pocas batallas, pero ganar aquellas que valen la pena. De pocos políticos se puede decir que su interés realmente está en la gente y aun de menos personas se puede afirmar una esperanza genuina en medio de la incertidumbre del país que vivimos. “Estoy optimista, creo que vamos a vivir mejor, creo que la Argentina está embarcada en un rumbo donde viene el fin del Frente para la Victoria y nos espera algo mejor hacia adelante”, concluye.
Azul Rizzi
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