Tras varios meses de diálogo y búsqueda de consenso con concejales, comerciantes y vecinos, la nueva normativa se debatirá en el HCD. Será en el marco de una sesión extraordinaria a realizarse durante la jornada de hoy.
El nuevo Código de Planeamiento Urbano es una iniciativa que desvela al intendente Nicolás Ducoté. Por eso, sus funcionarios cumplieron con la directiva de convocar a los actores políticos de la oposición, comerciantes, vecinos y especialistas que quieran realizar modificaciones o sugerencias al proyecto original, presentado por el mandatario a fines de noviembre, para terminar de darle forma.
El próximo paso tendrá lugar hoy, cuando se busque la aprobación legislativa a través de una sesión extraordinaria. En el Honorable Concejo Deliberante, el texto –que inicialmente era de 78 páginas pero que con las modificaciones y sugerencias propuestas en las reuniones que Ducoté y el Jefe de Gabinete Juan Pablo Martignone mantuvieron con aquellos que pasaron por el Palacio Municipal llegó a más de 100- será debatido antes de ser monitoreado por especialistas del Gobierno de la provincia de Buenos Aires.
“En este Código se tratan temas importantes, como el de los límites entre lo residencial y lo industrial, que requiere la capacidad de equilibrar los intereses de los vecinos que buscan vivir de la manera más sana y menos perturbada posible con los de quienes quieren invertir y crear trabajo, también necesario para el distrito”, explicó Martignone en diálogo con Resumen. Al mismo tiempo, resaltó que hubo extensos diálogos para “encontrar mecanismos que ayuden a amortiguar el impacto”, como mayores controles ambientales antes de la aprobación de proyectos industriales.
El funcionario también agregó que, durante las últimas semanas, surgieron ideas para “establecer un mecanismo de pre factibilidad ambiental” para las industrias, que contemple no solo cómo puede llegar a impactar su instalación, sino también lo que esté pasando en ese radio de influencia. “No es lo mismo una industria nueva donde todavía no hay nada que en un lugar donde las industrias ya existentes consumen una cantidad de agua grande o tienen un nivel de afluentes que colma la capacidad de recepción de los arroyos, por eso hay que ser más restrictivo”, sostuvo.
Por otro lado, remarcó que en la nueva reglamentación hay una parte de “gran relevancia” que tiene que ver con “un capítulo vinculado a la protección de espacios públicos”. Según dijo, tiene tres modalidades: la protección de las edificaciones con un patrimonio arquitectónico; la preservación de los humedales, a través de una fuerte protección de la línea de ribera de los arroyos y en particular del Río Luján; y el cuidado de espacios verdes. “Esperamos proteger los edificios, el medio ambiente y los valores culturales”, concluyó.
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