La candidata a diputada nacional por Cambiemos aseguró estar muy conforme con la elección de su espacio, e hizo referencia al resultado de su lista en el distrito, que va en contra de los resultados en la provincia.
Las elecciones legislativas contaron con protagonistas pilarenses más allá de los límites del distrito, como fueron los casos del concejal Juan Luna, candidato a senador provincial en las filas de Cumplir, el espacio de Florencio Randazzo que obtuvo un 5,24 por ciento de los votos en la primera sección electoral; o del referente local del massismo, Jorge D’Onofrio, que como precandidato a diputado provincial fue parte de la boleta de Un País que alcanzó el 13,62 por ciento en la tercera sección electoral.
En cuanto a la boleta de Cambiemos, fueron dos las representantes locales, ambas funcionarias de la gestión de Nicolás Ducoté. Por un lado, la secretaria de Modernización Cecilia Lucca, quien participó en el octavo puesto de precandidatos al Senado de la Provincia, donde la nómina quedó en primer lugar con 33,75 por ciento de los votos en la primera sección electoral. Y por otra parte, la actual secretaria de Educación pilarense y candidata a diputada nacional, Marcela Campagnoli, quien luego de que Cambiemos se impusiera con el 34,58 por ciento de los votos, señaló: “Estoy muy contenta, porque si se compara el mapa electoral del 2015 con el de 2017, ampliamos en todas las localidades, hemos crecido muchísimo, y nos alegra que en todo el país se vaya profundizando el cambio”.
Asimismo, quien ocupa el cuarto lugar en la lista encabezada por Graciela Ocaña indicó que a pesar de que en el distrito el frente con más votos fue Unidad Ciudadana, “no hay que olvidarse de que en 2015 en Pilar ganó Scioli a nivel nacional, por lo que tenemos que hablar de un distrito muy peronista. Sin embargo, teníamos aspiraciones de poder meter entre 10 y 12 diputados, y los números que estamos manejando en la provincia de Buenos Aires hoy en día nos dan 14 bancas”.
Finalmente, Campagnoli aseguró que de ahora en más se deberá “seguir trabajando de cara a la gente, acompañando al Intendente, con los timbreos, y escuchando a los vecinos, porque nosotros escuchamos a los que nos siguen pero también a la gente que no nos votó. Es más que importante escuchar y dar la cara, corregir los errores que puede haber, y eso te lo marca la gente. Más allá de que mucha gente se ríe del timbreo, es un termómetro permanente, donde te acercás al vecino y le preguntás que es lo primero que haría en su barrio si fuera intendente, y quizás te dice algo que no habíamos mirado. Está bueno para poder corregir por ejemplo un asfalta que se iba a poner en un lado y hacerlo en otro. Los recursos son escasos y hay que optimizarlos, por eso es importante escuchar a la gente”.
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