Una joven de 29 años sufrió durante este lapso abusos sexuales por parte de su padrastro. Hace tres semanas recién salió a la luz. Ya se realizaron las denuncias y se comprobó el hecho. El sujeto sigue en libertad y viviendo con la madre de la chica.
Tras cuatro años de silencio, salió a la luz la situación de abuso a la que fue sometida una joven de 29 años con retraso madurativo, por parte de su padrastro. Actualmente, ella se encuentra viviendo en un instituto especial, mientras él sigue viviendo con su pareja con una orden de restricción.
Recién hace tres semanas se supo la situación de abuso sistemático que comenzó hace cuatro años. “Tenía miedo de contarlo porque él le dijo que si lo contaba mi mamá se iba a enojar mucho con los dos. Estaba totalmente manipulada”, contó la hermana, cuya identidad prefirió preservar, a La Mañana de Resumen (FM del Sol 91.5). El descubrimiento se hizo cuando a la víctima le agarró un brote en la piel debido a nervios. Los psicólogos del instituto la indagaron y entonces ella contó todo.
El padrastro de los hermanos, de nombre Alberto, llevaba a la chica en auto todos los días al instituto en Del Viso. El abuso ocurría en ese lapso, además de cuando la madre se ausentaba del hogar o dormía.
El 28 de julio se realizó la denuncia en la Fiscalía de Género de Derqui y en la Comisaría de la Mujer. A la joven ya le hicieron pericias que comprobaron el abuso y resta la prueba de la Cámara Gesell. También se dictó una orden de restricción por 30 días, mientras el acusado sigue en libertad. Actualmente sigue viviendo con la madre de la víctima en el barrio Pellegrini. “Lo veo pasar por la esquina de mi casa todos los días”, contó la hermana.
Por su parte, la víctima hace un año decidió internarse definitivamente como pupila en el instituto al que asiste. A la denunciante le señalaron que la captura puede demorar hasta un año, lapso durante el cual el acusado podría fugarse o “puede pasarle a otra chica del barrio”, señaló la hermana de la víctima.
En las oportunidades en que la policía se acercó al domicilio en cuestión, la madre afirmó que Alberto no vive allí. Con ellos además vive el hermano menor, de 18 años, por quien la denunciante teme que también haya sido víctima de alguna situación violenta porque “no sale de mi casa, tiene problemas de conducta raros”.
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