Lunes 25 de Noviembre de 2024

Una joven confesó que fue violada por compañeros de colegio


  • Miércoles 02 de Julio de 2014
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El hecho se suscitó cuatro años atrás en una casa de retiros espirituales donde la chica fue atacada sexualmente por sus compañeros. Relató el brutal ataque en una carta de lectores de un reconocido medio nacional. No quiso decir nada para “proteger a su familia”. En un estremecedor relato, una joven residente de Pilar confesó que fue sometida a una violación hace cuatro años, en mayo de 2010, por parte de un grupo de chicos –en ese entonces, compañeros de colegio- en la habitación de una casa de retiros espirituales, a la que asistieron a pasar dos días como actividad escolar. En una carta de lectores publicada por el diario Clarín el último domingo, Florencia Bordo señaló que “personas que consideraba mis amigos y en las cuales confiaba, me hicieron lo peor que se le puede hacer a alguien”. La joven ocultó el trágico hecho durante años. “Tenía que asumir mi silencio o hablar alto y claro, pero opté por el silencio porque no tenía el valor suficiente. Me sentía frágil, desprotegida, insegura, tenía vergüenza de lo que me había pasado, tenía miedo de contarlo y bronca”, subrayó. Luego, al ser consultada por Clarín, la estudiante de Comunicación Social indicó que evitó comentar lo sucedido para proteger a su familia. Señaló que los padres de sus violadores ocupan “cargos importantes en Pilar”. No obstante, Florencia decidió romper el silencio para que otras mujeres en su situación “no tengan vergüenza” y por sobre todo para que no tengan miedo. “La palabra es liberadora”, explicó la joven. “La única forma de aliviar el dolor es contarlo, llorarlo, liberarte, compartirlo y también buscar justicia. Nadie que no haya pasado por lo mismo va a entender el sufrimiento y el dolor que se siente, la impotencia y la desprotección, pero les aseguro que el alivio y la paz que van a sentir cuando lo cuenten es muy grande y vale la pena”, amplió la joven. “Se puede salir adelante, es difícil pero no imposible. Se puede convertir el dolor en un aprendizaje de la vida, y sobre todo se puede volver a ser feliz si una se lo propone”, cerró.

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