Un grupo de jóvenes rompió el vidrio de un local de Ituzaingó e Yrigoyen para hurtar golosinas. No se llevaron dinero ni objetos de valor. Trataron de huir en colectivo, pero fueron detenidos a tiempo. Sólo uno de ellos fue aprehendido por la fuerza de seguridad local.
En la alegría general que vivió Pilar el pasado miércoles por la noche, luego de que la selección Argentina alcanzara la final del Mundial tras eliminar a Holanda, algunos llevaron su euforia más allá y provocaron algunos destrozos.
En este caso, el afectado fue un kiosco ubicado entre las calles Ituzaingó e Hipólito Yrigoyen del centro de Pilar, que sufrió la rotura de un vidrio de su local.
El hecho se suscitó en las últimas horas del miércoles, cuando dos personas rompieron con una piedra de importante tamaño el vidrio para poder ingresar. Lo curioso es que, aunque había objetos de valor como un televisor y la recaudación del día en la caja registradora, los vándalos sólo se llevaron una caja de caramelos y unos chocolates.
Quien alertó del hecho al propietario del kiosco y a la Policía fue el hijo del dueño del local, quien vive cerca del lugar y escuchó el ruido de la rotura del vidrio.
Los culpables serían un grupo de jóvenes de no más de 25 años, que luego del hecho se habrían acercado a la parada de colectivos de la zona para poder irse del lugar. Sin embargo, un móvil policial llegó a tiempo para poder detener a los vándalos.
Según trascendió, sólo habría quedado demorado un individuo, ya que era el único mayor de edad del grupo.
En el recuento de las pérdidas, lo que más lamentó el comerciante es el vidrio, que era un Blindex hecho a medida. Según estimó el dueño del kiosco, le costaría 4 mil pesos reemplazar el cristal.
En tanto, a través de Twitter, Nacho Minolfi, un testigo que se encontraba esperando el colectivo al momento del hecho, expresó su desencanto hacia el Servicio de Apoyo Policial (SAP). “Me queda la sensación de que esto se podría haber evitado si los móviles se hubieran quedado en la esquina vigilando”, señaló.
Aunque más tarde agregó que “no creo que la culpa sea del SAP pero se podría haber evitado si se hubieran quedado patrullando”. “Ojalá que no se repita, por el comerciante y por todos los que queremos vivir en Pilar tranquilos”, cerró.
El domingo se juega la instancia definitoria de la Copa del Mundo, y a pesar de que en el corazón de cada argentino el sentimiento de salir campeones espera ser compensado, se espera que el justificado júbilo no termine con hechos similares.
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