Ingresaron cortando un alambrado al fondo de la vivienda, redujeron a sus dueños y robaron dinero, celulares y otras pertenencias. Los damnificados pudieron liberarse de sus ataduras y con una computadora hicieron la denuncia a la policía.
Interminables momentos de terror y angustia padeció un joven matrimonio la noche del pasado lunes en su casa ubicada en el emprendimiento Casablanca, sobre ruta 25: es que alrededor de las 23:30, cinco hombres encapuchados y armados irrumpieron en la vivienda de Javier Silva (38), hijo del conocido vecino de la localidad Enrique “Quique” Silva. El grupo comando redujo a Javier, a su esposa María –ambos profesores de educación física- y a la pequeña hija del matrimonio de tan solo 3 años.
Ante la previsible exigencia de dinero, el dueño de casa les entregó alrededor de 5 mil pesos que tenía guardados y los ladrones se llevaron además los teléfonos celulares del matrimonio y otras pertenencias. Lo curioso del caso es que no sustrajeron ningún electrodoméstico, y fue justamente a través de una computadora que Javier se comunicó con la policía tras soltarse de las ataduras con las que había sido maniatado por los ladrones, que huyeron por el mismo lugar que habían ingresado al predio del emprendimiento, un hueco abierto en el alambrado perimetral.
En dialogo con Diario Resumen, Enrique Silva comentó que su familia no sufrió agresiones físicas por parte de los malvivientes. “Por suerte tanto mi hijo, como su señora y mi nieta están bien, más allá de la angustia que todavía tienen por el mal momento que pasaron. Justo esa noche habíamos traído materiales de Easy porque la casa aún está sin terminar”, comentó. Javier y María se mudaron junto a su hija hace aproximadamente seis meses y siguen construyendo viviendo ya en el lugar.
Consultado sobre por qué cree que los ladrones apuntaron a la casa de su hijo, Silva expresó que el inmueble es uno de los primeros ubicados cerca del perimetral que rompieron los ladrones para ingresar. “Hay una calle lateral que da a la ruta 25 y por ahí entraron. Seguro vieron luz en la casa y no dudaron, presumiendo que iban a encontrarse con un botín más importante. Mi hijo y su señora son profesores de educación física y viven de su sueldo docente, así que mucho no iban a encontrar”, aseguró.
Como la pareja fue maniatada, no pudieron comprobar en qué se movilizaba el numeroso grupo de asaltantes que les hicieron pasar una noche de verdadero pavor. En tanto, la correspondiente denuncia fue radicada por las víctimas en el destacamento policial de Villa Astolfi en las primeras horas de la madrugada de ayer.
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