Vecinos del centro de Pilar y Villa Morra denunciaron que fueron sorprendidos por llamados en la madrugada de desconocidos que piden rescate. Los delincuentes incurrieron en errores y descubrieron algunos casos.
Nuevamente, una tradicional modalidad delictiva recrudeció en el distrito: se trata de los “secuestros virtuales”, los llamados telefónicos intimidatorios que sorprenden a vecinos en horas de la madrugada, bajo el pretexto de una situación de emergencia.
Vecinos del centro de Pilar y de barrios como Villa Morra denunciaron que últimamente recibieron alarmantes e intimidatorios llamados a los teléfonos de línea, en los cuales suenan llantos y quejidos de familiares pidiendo rescate de un supuesto secuestro. Tiempo atrás, habitantes de las localidades de Fátima y Manzanares también alertaron sobre el incremento de esta modalidad.
Más de veinte denuncias se registraron en los últimos días en la Comisaría Pilar Primera de pilarenses que son interrumpidos en su descanso a altas horas de la noche, entre las 2 y 3 de la madrugada, con una voz en la línea que les pide a gritos y llantos que junten dinero en efectivo, de la moneda que sea, para pagar un rescate, llamándolos por el nombre de pila, a partir de que éste se encuentra registrado en la guía telefónica.
Sin embargo, la llave para descubrir la mentira de los delincuentes que buscan aprovecharse de la situación de desconcierto y pánico está en equivocaciones en las que suelen incurrir los maleantes.
Errores como el mensaje de “lo vamos a reventar a tu hijo” destinados a personas mayores, precisamente, sin hijos, hicieron que estas se dieran cuenta de que es sólo un falso secuestro para lograr un cometido. No obstante, mientras se descubre la farsa, no dejan de hacer un daño moral más que importante y hasta, a veces, con esa mentira de desesperación, logran su cometido.
Ante estas situaciones, las autoridades de seguridad recalcan que es importante que los vecinos estén atentos a esta “patraña” y no se dejen llevar por la aparente llamada, tratando de comunicarse inmediatamente con los familiares cercanos para comprobar la mala intención de la comunicación y, al día siguiente, hacer la respectiva denuncia en la seccional más cercana a su domicilio.
Fundamentalmente, la recomendación es que quienes reciban la llamada no deben moverse del domicilio víctima del pánico porque es esta la mejor manera que tienen estos malvivientes de concretar su ilícito.
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