Prisión domiciliaria para mujer acusada de matar a su hija en Derqui

Se trata de Yanina González, quien fue imputada por asesinar a su beba. Luego del pedido de la Agrupación Gallo Rojo, quien marcó a la ex pareja de la madre como culpable del crimen, se hizo efectiva la cárcel doméstica. En la mañana del pasado miércoles, Yanina González y su beba nacida en prisión, Tiziana, fueron trasladadas de la Unidad Penitenciaria de Los Hornos, donde están hace más de un año y donde nació la niña, hasta el hogar de la mujer en Bella Vista. Allí, González cumplirá con prisión domiciliaria como desde la Agrupación Gallo Rojo venían exigiendo desde el inicio de la investigación que llevó adelante la Fiscal Carolina Carballido, de la fiscalía de Violencia de Género de Derqui. “Ahora seguimos en la lucha por su libertad definitiva, pero hemos dado un paso más, estarán fuera del penal”, celebraron desde la agrupación que acompaña a Yanina. El pasado miércoles 19 de noviembre, integrantes de la agrupación, familiares y vecinos de Yanina González pidieron a la jueza que interviene en su caso la prisión domiciliaria para ella y su hija; pedido que fue finalmente fue concedido. El caso Yanina González vivía en Derqui con su pareja cuando se desataron los hechos que terminaron con la muerte de la pequeña. La autopsia reveló que la bebé falleció por los golpes que recibió, según apuntan desde la familia de Yanina, por parte de quién era su novio, aunque la Justicia determinó otra cosa. Tras el hecho, la fiscal Carballido la acusó de “abandono de persona, seguido de muerte” y estaba presa desde entonces. Según explicaron amigos a González, esta nunca pudo hablar de las horas previas a la muerte de la niña. Sus allegados explican que la joven siempre fue víctima de violencia por parte de su padre y de sus parejas, ya que con anterioridad también había mantenido una violenta relación con un joven. “Es muy introvertida, tiene el autoestima muy baja y mucho miedo por las amenazas que le hizo su ex pareja que anda libre por el barrio”, detallaban desde Gallo Rojo cuando se conoció el caso.