Allegados a Yanina González aseguran que la madre de la criatura es inocente y señalan a la ex pareja de la apresada como el responsable de la muerte de la menor. Reclaman que continúe procesada en su casa junto a su bebé nacida en la cárcel.
Yanina González vivía en Derqui con su pareja quien -según denuncia su familia- golpeaba tanto a la joven como a su pequeña hija de 2 años. Uno de estos ataques habría terminado en la muerte de la menor. Sin embargo, tras el hecho, la fiscal la acusó de “abandono de persona, seguido de muerte” y desde entonces está presa.
Ante esta situación, integrantes de la Agrupación Gallo Rojo de Bella Vista, familiares y vecinos de González pedirán a la jueza que interviene en su caso prisión domiciliaria para ella y su hija Tiziana que nació en la cárcel donde vive con su madre.
“Hace más de un año que nuestra compañera Yanina González está detenida en Los Hornos por disposición de la fiscal Carolina Carballido de la fiscalía de Violencia de Género de Derqui, quien la acusa de abandono de persona, dejando libre al asesino”, explicaron desde “Gallo Rojo”.
Por eso, a partir de las 11 de la mañana estarán presentes en los Tribunales de San Isidro (Acassuso e Ituzaingó) en la audiencia pública para “exigir que se conceda la prisión domiciliaria a Yanina y su hija nacida en el penal; y se meta al verdadero culpable en prisión”.
El caso
González nunca pudo hablar de las horas previas a la muerte de la niña. Sus allegados explican que la joven siempre fue víctima de violencia por parte de su padre y sus parejas. Según contaron fuentes cercanas a Yanina, ella es muy introvertida, tiene el autoestima muy baja y mucho miedo por las amenazas que le hizo su ex pareja, que anda libre por el barrio.
Ante este delicado tema, se definió llevar a juicio a la joven que permanece en prisión preventiva y el único testigo de la causa es el hombre acusado de las agresiones quien, por cierto, no estaría siendo investigado.
Cecilia Raspeño, integrante del Centro Comunitario Gallo Rojo de San Miguel, donde Yanina participó en actividades durante varios años, realizó un detallado análisis de la acusada.
“Ella vivió toda su vida en condiciones de pobreza y también de violencia -primero familiar y luego con sus parejas-, y la muerte de la pequeña Lulú se inscribe en un femicidio vinculado, porque el agresor sometía a nuestra compañera por considerarla de su propiedad, y así fue que llegó a matarle a golpes su propia hijita”, explicó.
Lulú era producto de una relación sentimental anterior de Yanina con un hombre con el que también había tenido graves problemas de agresión. La joven estaba logrando salir del círculo de violencia al ingresar al grupo Gallo Rojo, donde se lleva adelante un valioso trabajo de apoyo a víctimas, cuando conoció al joven que terminó con la vida de su hija.
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