Los hermanastros están acusados de matar, descuartizar y calcinar a sus padres. Para el fiscal Vaiani, hubo una "preparación del hecho criminal" y considera que ambos fueron culpables del doble crimen.
En la jornada de hoy, el fiscal Marcelo Vaiani pidió la prisión preventiva de los hermanastros Karen Klein y Leandro Acosta por el crimen de Ricardo Ignacio Klein (52) y su concubina, Miriam Ester Kowalczuk (50), quienes fueron descuartizados y calcinados en su casa de la localidad de Manuel Alberti.
Para el fiscal, los hermanastros son coautores del doble crimen y ambos planearon conjuntamente los asesinatos. Además, consideró que hubo "preparación del hecho criminal" y que Karen "financió la compra del arma".
Cabe recordar que, en su indagatoria, la chica acusada de haber participado en el crimen de sus padres dijo a la Justicia que el autor del doble asesinato fue su hermanastro y pareja, y que ella sólo limpió la escena del crimen, aunque obligada y bajo amenaza de muerte, algo que volvió a refrendar días atrás en una entrevista cedida al Diario Perfil y cuyos videos salieron a la luz en las últimas horas.
“El día del crimen yo estaba durmiendo y escucho un ruido. Cuando bajo lo veo a él (Leandro) con el arma en la mano. No entendía lo que estaba pasando; fueron cinco segundos. En ese momento entra la mamá y le mete un tiro en la cabeza. Ella se desvanece. Yo trato de ayudarla y me abalanzo hacia él y me empuja. No pude salvarla. Empiezo a gritar y entro en shock. No sabía qué hacer. Cuando ella estaba en el piso, todavía estaba viva y le pega dos tiros más”, contó Klein.
“Después salgo corriendo hasta la pieza de mi papá -continúa- y lo veo muerto en la cama. Viene él y me pide que suba a mi pieza y que no diga nada porque me iba a meter un tiro en la cabeza. Me agarró mucho miedo, no sabía qué hacer. Después bajé y no había nada, ya había limpiado todo. Sospecho que dejó los cuerpos en el garaje. Me dijo que limpiara si había quedado alguna mancha y me puso la pistola en la cabeza”, agregó.
El hecho trascendió públicamente el 13 de septiembre, alrededor de las 23.30, en la planta baja de la casa situada en la calle Sarratea al 2700, cuando personal de la comisaría Cuarta realizó un allanamiento en la vivienda a raíz de una denuncia por "averiguación de paradero" de la pareja asesinada.
Durante la requisa, los efectivos policiales encontraron un balde plástico que contenía restos humanos, por lo que se convocó al médico legista. El perito confirmó que se trataba de restos humanos semi calcinados de columna vertebral y pelvis, en tanto que también había cabellos, probablemente de sexo femenino.
Además, en el lugar secuestraron 8.000 dólares, una pistola calibre 9 milímetros, una escopeta 12/70 y tres hachas que luego de ser peritadas se determinó que fueron utilizadas en el doble crimen.
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