Al menos un delincuente ingresó en una casa situada en Río Segundo, casi Pelagio Luna, tras pegarle una patada a la puerta frontal. El malviviente se llevó dos notebooks y 3000 pesos. Es el tercer caso de este tipo en menos de dos meses.
Los “rompepuertas”, una modalidad delictiva cada vez más frecuente en el conurbano bonaerense, volvieron a atacar en Pilar. En este caso, los afectados fueron los integrantes de una familia del barrio Altos del Pilar.
Días atrás, al menos un delincuente ingresó en una vivienda ubicada en la calle Río Segundo, casi en la intersección con Pelagio Luna, tras pegarle una fuerte patada a la puerta del frente.
Al momento del atraco, ninguno de los cuatro habitantes de la casa (un hombre, una mujer y sus dos hijos) se encontraba en el lugar, por lo que el ladrón pudo actuar con tranquilidad.
El hecho ocurrió cerca de las 14, cuando el hombre se encontraba trabajando y la mujer había ido a buscar a sus hijos. En ese momento, con la casa libre, el malviviente revolvió todas las pertenencias de la familia y se llevó dos notebooks y 3000 pesos.
Finalmente, el delincuente salió de la casa y se escapó tras saltar un paredón. En ese momento, una vecina vio salir al criminal con dos bultos en sus manos y se comunicó con habitantes de la vivienda lindera, quienes dieron aviso a la Policía.
Según señalaron testigos que pudieron acceder a la casa tras el robo, la finca estaba completamente revuelta, como si el delincuente hubiera buscado algún otro botín. La hipótesis que lanzaron en el lugar fue que, enterado de un viaje al exterior que planea realizar la familia, el ladrón buscaba dólares o una cantidad de dinero mayor.
En cuanto a los posibles responsables del atraco, algunos vecinos de la zona deslizaron sus sospechas contra unos albañiles que están trabajando en un edificio cercano a la casa asaltada.
Según esos habitantes de la zona, la posición de los obreros facilitaba la observación de los movimientos en la vivienda asaltada y habría permitido al asaltante detectar el momento en el que la casa quedó en soledad.
Mientras tanto, la preocupación crece debido a los repetidos casos de este tipo de delincuentes que, sin escrúpulos ni sutilezas, ingresan a las viviendas de forma violenta. Los casos más resonantes anteriores ocurrieron en los barrios Villa Verde, de Pilar, y Monterrey, de Presidente Derqui. Ambas situaciones se dieron hace poco más de un mes, pero no fueron los únicos de esta modalidad que parece recrudecer.
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