La joven condenada por el homicidio de sus padres envió una carta pidiendo no ser juzgada por haber dejado entrar a “un monstruo en su vida” y culpó a su hermanastro y ex pareja por el hecho.
Han pasado casi 20 días desde que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 7 de San Isidro, integrado por los jueces María Coelho, Alberto Gaig y Federico Ecke, declarara culpable de los homicidios de Miryam Esther Kowalczuk (52), madre del joven, y de Ricardo Ignacio Klein (54) a los hermanastros y ex pareja Karen Klein de 26 años y Leandro Acosta, de 29 años.
El 21 de noviembre será la audiencia en la que se impondrá el delito y la pena a los condenados pero, Klein –hija del hombre asesinado– escribió una carta culpabilizando a Acosta de lo ocurrido.
“Hola mundo, soy Karen Klein y siento una profunda necesidad de contarles mi historia. Tengo 26 años de edad, nací del fruto de una gran historia de amor”, dice la carta que Klein le hizo llegar a Télam desde el calabozo de la Comisaría de la Mujer de Martínez, donde se encuentra alojada.
Jamás imaginé que estaba incorporando un monstruo a mi vida. Un ser violento que día a día apagaba mi felicidad”
Luego, contó que había perdido a su madre teniendo 14 años, que luego de estar a cargo de su abuela se mudó con su padre y la nueva familia. “Todo parecía perfecto, la relación con mi padre, su mujer, mis hermanitos y el hijo mayor de mi madrastra, una persona que se ganó un lugar importante en mi corazón, mi amigo al principio y más tarde mi pareja”, manifestó y allí, empieza según ella, la tragedia.
“Jamás imaginé que estaba incorporando un monstruo a mi vida. Un ser violento que día a día apagaba mi felicidad”, sostuvo sobre quien fuera su primer novio, Acosta, a quien acusó de haberle arrebatado todo. “Sociedad, ruego a ustedes no me condenen (sic), porque yo ya me condené por haber gritado en silencio. No me juzguen porque el miedo me paralizó”, pidió.
Por último, la joven aseguró en la carta que es necesaria la justicia por su padre y su madrastra, para que descansen en paz, al tiempo que destacó amar a sus padres y a su familia.
El parricidio fue el 2 de septiembre de 2015, en una vivienda de Manuel Alberti. Para la fiscal Laura Zyseskind, ambos cumplieron distintos roles y con una planificación previa, fueron responsables por el doble crimen. Además, pidió que se los condene a prisión perpetua por “homicidio agravado por el vínculo y alevosía”.
Durante el juicio se dio por probado que Acosta y Klein le dispararon a sus padres e incineraron sus cuerpos. Acosta reconoció haber asesinado a su padrastro pero culpó a Klein de la muerte de su madre. La joven, sin embargo continúa sosteniendo que fue testigo y no denunció por las amenazas de su hermanastro.
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