En el transcurso del día de hoy declaró ante la fiscal Carballido, María, la empleada doméstica que trabajaba para el matrimonio Farré-Schaefer. Según las declaraciones que había realizado Claudia Schaefer antes de ser asesinada, María fue testigo de uno de los reiterados ataques y actos intimidatorios sufridos durante diez años.
Según el abogado de la empleada, ella también había sufrido agresiones verbales por parte del homicida.
Según la denuncia que hizo Schaefer, María fue testigo directa junto a sus tres hijos de la vez en que Farré la empujó contra un sillón y la inmovilizó poniéndole la rodilla en la cara. Esto sucedió 19 días antes del brutal asesinato. Según la fallecida, la empleada había querido grabar la escena con su celular, pero Farré vio el teléfono y la atacó.
Asimismo, la empleada había declarado a un canal de noticias diciendo que Farré es “un cargoso, celoso, la maltrataba (a la víctima) todo el tiempo, había gritos constantes”.
De esta forma, María se convierte en una testigo vital para el caso, ya que los hijos de la pareja no serán citados a declarar (como había trascendido) porque la fiscal Carballido no los quiere hacer revivir los hechos sucedidos.
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