Sábado 23 de Noviembre de 2024

Farré intentó esconder más de 7 millones de pesos antes del femicidio


  • Miércoles 02 de Septiembre de 2015
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Con el objetivo de no repartir ese dinero, el homicida intentó realizar una maniobra que abarcó una indemnización y ahorros en dólares. El femicidio ocurrido en el country Martindale sigue generando detalles respecto de las causas y elementos que determinaron en el fatal desenlace de la muerte de Claudia Schaefer. En ese contexto de violencia, refrendado en los últimos días por las mucamas de la pareja, Fernando Farré cobró una indemnización millonaria que no quería repartir con ella. Según consta en el expediente, el pasado 16 de julio Farré cobró 5,8 millones de pesos de indemnización por haber sido despedido de su puesto jerárquico en la empresa de cosmética Coty. Además de eso, tenía 177 mil dólares ahorrados fuera del sistema financiero (1,6 millón de pesos al cambio oficial). Consciente de que debía dividir el departamento en Libertador, valuado en 750 mil dólares, la camioneta Audi Q7, valuada en 1,3 millones de pesos y el BMW de 400 mil pesos, intentó ocultar el dinero (en total, casi 7,5 millones de pesos) y evitar repartirlo con Schaefer en el divorcio. Para ello, puso un millón y medio de pesos en un plazo fijo a nombre de sus padres, invirtió otro millón y medio de pesos en la bolsa, abrió otra cuenta a nombre de su hermano y retiró los 177 mil dólares, de los cuales se desconoce su paradero. Sin embargo, el 2 de agosto ocurrió el episodio que llevó a Schaefer a denunciarlo: “Me puso una rodilla en la cara para que me quedara quieta. No me podía mover. Gritaba pidiendo ayuda, los chicos estaban ahí. La empleada también estaba”, había señalado. La Oficina de Violencia Doméstica entendió que había “riesgo leve” y su abogado logró que le dieran la exclusión del hogar. En este sentido, la víctima se enteró de la existencia de ese dinero el 10 de agosto, cuando la Policía fue a buscarlo al departamento y lo tomó por sorpresa, quedando sobre la mesa comprobantes y manuscritos de los movimientos que había hecho su hasta entonces esposo.  Fue por eso que Schaefer pidió un embargo. Al día siguiente, Farré fue al juzgado para desmentir la denuncia de violencia y tres días después fueron a una audiencia: él aceptó no seguir conviviendo con ella, acordó un régimen de visitas para ver a sus hijos y organizaron el retiro de pertenencias. Por todos estos gestos, Schaefer no renovó la medida de exclusión del hogar. Farré dijo que se iba a vivir a la casa del country Martindale, alquilada por sus padres, para que ella se quedara en el departamento con sus tres hijos. El final es el trágicamente conocido.

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