El joven de 29 años falleció de un paro cardíaco en la Clínica Fátima de Pilar luego de una intervención en el hombro. Allegados a la víctima afirmaron que el accionar de los médicos habría sido determinante en su deceso.
El pasado sábado, familiares de Diego Palacios insistieron con su denuncia contra la Clínica Fátima de Pilar por una presunta mala praxis, y se manifestaron con pancartas y volantes a las puertas del sanatorio de la calle Víctor Vergani en busca de explicaciones por parte de las autoridades, al cumplirse un nuevo mes de la muerte del joven.
Palacios, de 29 años, falleció en julio pasado en el centro privado, cuando, según denuncian sus allegados, había ingresado para ser operado del hombro pero debió ser internado por problemas pulmonares hasta que perdió su vida tras un infarto, por lo que la familia asegura que se habría tratado de una negligencia médica.
Según había contado meses atrás Luis Alberto Quiroga, amigo del difunto, la víctima “ingresó el 21 de julio para que le operen el hombro, lastimado por una tendinitis. Ya le habían operado el otro, y debían hacerle una doble intervención en la zona”.
“El problema fue que le suministraron más anestesia de la que debían, lo que provocó que se le achicara un pulmón y perdiera capacidad respiratoria”, aseguró.
Según Quiroga, por este motivo su amigo debió ser internado y respiraba gracias a la asistencia de tubos de oxígeno. “Cuando Diego abrió los ojos quiso salir, porque después de la primera operación se había ido al otro día a su casa. Como quería desenchufarse lo sedaron para tenerlo tranquilo. Le fueron aplicando drogas para tenerlo tranquilo hasta que su cuerpo no resistió más, sufrió un paro cardíaco y murió”.
“Durante el tiempo que estuvo internado, todos los médicos que pasaban nos explicaban diferentes versiones del porqué del estado de Diego. Llegó el momento en el que nos dijeron que el problema en el pulmón lo tenía porque era asmático, cosa que es mentira. Luego empezaron a preguntarnos si se drogaba, cualquier tema era bueno con tal de no reconocer que se habían equivocado”, había comentado.
Luego de su fallecimiento, el cuerpo de Diego fue trasladado para que le realizaran la autopsia correspondiente donde, según su amigo, se pudo determinar lo que en verdad había sucedido. Era padre de una nena de 4 años y estaba en pareja con la madre de la niña. Sufría de una tendinitis en el hombro que la empresa donde trabajaba le recomendó tratarse.
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