El arma hallada en el Fiat Cronos rojo que el homicida de Fabián Sturm Jardon usó para cometer el asesinato es la misma que se utilizó en el crimen narco de Pilar, según afirmaron fuentes judiciales a la Agencia Noticias Argentinas, por lo que hay varias hipótesis sobre un posible vínculo entre el sicario y la víctima de Recoleta.
Los investigadores creen que el damnificado le pagó al sicario para matar a Marcelo Nicolás González Algerini, un uruguayo de 36 años baleado en Monterrey, Derqui, en octubre de este año y que luego el asesino a sueldo fue quien le quitó la vida a Sturm Jardon el pasado jueves 12 de diciembre.
“Siguen investigando para encontrar al autor material en principio y de donde viene”, añadió la fuente.
El vehículo fue encontrado estacionado en la calle Agüero al 700 y dentro encontraron una pistola Glock junto a un par de guantes.
Personal policial había llevado a cabo un allanamiento en la calle Paraguay al 2900 donde la víctima del ajuste de cuentas vivía junto con su esposa. Conforme a lo indicado a NA, se secuestraron "celulares y cosas personales".
La vivienda de Jardon queda a casi 30 metros del kiosco donde fue asesinado y una de las empleadas dijo que “el señor venía seguido al kiosco, casi todos los días”.
La tardanza de la identificación de Jardon, la cual se dio a conocer horas después, desmembró una causa de la que le pesaba un pedido de captura y por el que era buscado de manera intensa desde octubre de este año por el crimen narco perpetrado en nuestro distrito, en el que el primer detenido fue su padre Teófilo Américo Sturm Jardón, de 80 años, que iba como acompañante de Alherini, el uruguayo acribillado.
El crimen
Fabián Sturm Jardón, de 42 años, fue asesinado en la madrugada del jueves 12 de diciembre en el barrio porteño de Recoleta. Fue a la 1 de la mañana frente a un kiosco ubicado la calle Paraguay al 2900 donde Sturm Jardón recibió tres disparos por la espalda y murió en el acto.
En principio no se conoció la identidad de la víctima, pero con el transcurso de las horas se destaparon los vínculos que la misma tenía con el narcotráfico y que hasta era buscado por homicidio.
La identificación se logró luego de que la esposa de la víctima se presentara ante las autoridades y contara que su marido “se había ido de la casa por miedo a que lo mataran”, en base a lo que pudo reconstruirse de fuentes de la investigación.
Según la reconstrucción de lo ocurrido el día del homicidio, realizada por el fiscal Marcelo Roma, el crimen de Sturn se produjo la semana pasada cuando la víctima bajó del vehículo frente al kiosco y por detrás, apareció un hombre con capucha, peluca y anteojos que lo fusiló de tres disparos.
El asesino descendió de una camioneta Volkswagen Surán y quedó en el lugar luego del homicidio. La camioneta ya fue secuestrada por la Policía de la Ciudad, aunque tenía las patentes cambiadas.
Los investigadores determinaron que la VW Surán fue estacionada casi 12 horas antes del crimen por una persona que aguardó que ese espacio, a donde se la ve en el video, se desocupara. Una vez que logró estacionar, se bajó del vehículo y se marchó, aunque aún se desconoce a dónde.
Sí se sabe que abordó un taxi para alejarse del lugar. Algunas horas después, el sicario llegó, subió a la parte trasera del automóvil y se acostó para esperar a su objetivo.
Luego de cometer el homicidio, el sujeto se fue caminando y, al llegar a la esquina, dobló por Laprida. Fue ahí que se encontró de frente con un policía, según se pudo ver en cámaras de seguridad. Actuando asustado y buscando pasar como un simple transeúnte, se tiró al piso mientras el oficial continuaba su marcha hacia el lugar de donde provenían los gritos.
Pasado ese instante, se levantó y continuó caminando hasta que se subió a una Fiat Cronos color rojo que estaba estacionado, esperándolo. En ese vehículo, fue hasta la zona del Abasto, donde dejó abandonado el Fiat y se subió a una moto que también estaba lista para la huida. Esa es la moto que aún es buscada por la policía.
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