Su madre contó que hace dos años el menor es hostigado por las fuerzas policiales y que, al igual que su hijo, ella fue detenida durante cuatro horas. El menor fue golpeado en la cabeza, el rostro y el cuerpo.
Melina Galarza, madre de un adolescente de 16 años, denunció que efectivos policiales golpearon a su hijo durante cuatro horas y que los mantuvieron a ambos detenidos en el Destacamento de Agustoni, sin ningún motivo.
El hecho sucedió en el barrio Las Margaritas, cuando según contó Galarza, su hijo se encontraba junto a unos amigos “cocinando a leña un guiso para cenar”. En ese momento, se produjo una discusión entre uno de los jóvenes que se encontraba en el grupo y un adolescente externo, que lamentablemente culminó en agresiones verbales y físicas, lo que llevó a los vecinos a llamar a la policía.
Al llegar los efectivos al lugar, Galarza denuncia que comenzaron a golpear indiscriminadamente a su hijo y a los otros chicos. “Mediante insultos y cachiporrazos pusieron a los menores contra el móvil, llegaron tres patrulleros”, relató y agregó que fue su vecina la que le dio aviso de la violencia que los uniformados estaban ejerciendo sobre los chicos. “Cuando llego me encuentro con agentes bastante nerviosos y eufóricos, y al pedido de su identificación, me responden con empujones. Ahí mi hijo pidió que se me trate con respeto, y el oficial procedió a pegarle en el brazo e insultarlo”, dijo Galarza.
En medio de la desesperación, la madre del menor comenzó a los gritos mientras observaba como su hijo era tirado al suelo, golpeado con rodillazos y puñetazos en el cuerpo y el rostro, para luego ser subido a un patrullero. Melina Galarza, entre el llanto y el pedido de ayuda, fue esposada y llevada al igual que su hijo por los efectivos, primero hasta el Hospital Municipal para los controles precarios y luego, al Destacamento de Agustoni.
Allí, según el relato de la madre, comenzó el calvario, fueron encerrados durante cuatro horas, en cuartos diferentes. Junto a su hijo, fueron detenidos dos amigos más, que sufrieron el mismo destino: fueron esposados contra las rejas, golpeados por más de un oficial en la cabeza, el rostro y el cuerpo.
Según fuentes consultadas por este medio, el hostigamiento hacia el adolescente es de hace más de dos años y su madre, ya ha hecho numerosas denuncias e incluso, ha pensado en solicitar una orden de restricción para que ya no pueden acercarse a su hijo.
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