Los countries y urbanizaciones privadas, en auge en las últimas décadas sobre todo en nuestro distrito, han sido elegidos por miles de familias que buscan de esa forma tener la tranquilidad que Pilar sabe ofrecer, pero con la seguridad de un predio cerrado, vigilado y con seguridad contratada.
Sin embargo, a pesar de las regulaciones que parecen tener los visitantes a la hora de ingresar para comprobar la identidad (en muchos sitios solicitan no solo el DNI, sino también la documentación del automóvil) aún este tipo de urbanizaciones son el target de grupos de delincuentes que burlan la seguridad e ingresan a cometer diversos delitos.
Esto ocurrió el pasado viernes, cuando un grupo de delincuentes logró ingresar al Club de Campo Lago de Manzanares, ubicado en el kilómetro 59 del Ramal Pilar de la Autopista Panamericana. Allí, los malvivientes encapuchados, golpearon a los propietarios de tres viviendas y lograron sustraer una gran cantidad de elementos de valor.
Todo comenzó pasadas las 21.30 cuando el grupo de malvivientes llegó a la urbanización en una camioneta y, tras golpear brutalmente a los vigilantes y privarlos de su libertad encerrándolos en la casilla de seguridad, lograron ingresar a las inmediaciones del barrio.
Mientras los ladrones se encontraban amenazando a los guardias, algo inesperado ocurrió: un vecino llegó al club. Ingresó normalmente, pero notó algo extraño: aseguró que el guardia lo saludaba de una manera extraña, poco natural, levantando la mano como en señal de advertencia. Sabría, luego, de qué se trataba: en ese momento un ladrón mantenía un arma sobre la espalda del trabajador, impidiendo que alertara sobre el robo que ya estaba en marcha.
Una vez dentro, los ladrones seleccionaron tres viviendas y en cada una de ellas, con amenazas de muerte y golpes de por medio, lograron reducir a los propietarios. En uno de los casos, a quien sorprendieron fue al hijo del matrimonio dueño de la vivienda, que estaba cenando con amigos. “Les robaron todo lo que tenían a mano”, agregó una fuente cercana, detalló TN.
Asimismo, a otro joven lo amenazaron con cortarle un dedo si no seguía sus órdenes, luego golpeándolo tan fuerte en la cabeza que culminó internado con una fractura, “Los ladrones se movían con pasamontañas y armas para evitar ser identificados”, explicó un testigo del lugar.
En otro de los hogares a los que ingresaron, la víctima fue una mujer. La violencia se repitió: fue arrastrada por las escaleras hasta su habitación, a donde exigían que les diera la caja fuerte que afirmaban debía estar en dicho dormitorio. El hijo de la mujer, que estaba en la vivienda, también fue golpeado.
Tras haber cometido el robo, llevándose de las propiedades diversas joyas, dinero y otros objetos de valor, los ladrones emprendieron rápidamente la huida. Las víctimas, poco después, realizaron la denuncia en el Destacamento Policial de Manzanares y ahora la causa que investiga el robo ha recaído en la UFI del Dr. Raúl Casal.
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