Iribarne, Jacinto y Súñez, están acusados del homicidio culposo de Saulo Josías Rojas, un joven mendocino de 23 años, que perdió la vida el 14 de junio de 2013 dentro de una de las celdas de detención de la Fundación de Presidente Derqui.
El 23 de agosto prestaron declaración ante el fiscal Jorge Noceti, de la UFI Nº 4 de nuestro distrito, Martín Iribarne, director y dueño de la granja de rehabilitación, el licenciado Alejandro Jacinto, ex director terapéutico y Angel “Pipi” Súñez, encargado de la vigilancia de San Camilo.
Desde la fiscalía se planteó que “...el día 14 de Junio de 2013 siendo aproximadamente las 20.00 horas, quien cumplía la función de vigilador de la Fundación San Camilo (...) Súñez Ángel Oscar, (...)aisló en una habitación en construcción (...) al paciente Rojas Saulo Josías, violando de tal forma el deber de cuidado que le era exigido, con una actuación deficitaria por no haber advertido que el nombrado poseía un elemento con el cual podía atentar contra su vida, esto es un cinturón de tela. Por lo que, Rojas Saulo alrededor de las 20.15 horas de ese mismo día, utilizando el elemento ya referido, se colgó de las rejas de la ventana existente en la sala de aislamiento, perdiendo como consecuencia de ello su vida producto de un paro cardio-respiratorio traumático debido a ahorcadura de tipo incompleta. Que la conducta de Súñez fue llevada a cabo con conocimiento y aval del Director terapéutico de la Fundación, Sr. Jacinto Alejandro y del Director General, Sr. Iribarne Sartorio Martín, desde que los mismos no podían desconocer que la entidad funcionaba de manera irregular porque no sólo alojaba más internos que aquellos que la habilitación permitía sino por que contaba con rudimentarias y deficientes condiciones edilicias...”.
Por su parte, Iribarne afirmó en las declaraciones indagatorias que aquel 14 de junio “alrededor de las 18:00hs me llama por teléfono el director terapéutico Alejandro Jacinto para informarme que el paciente Saulo Rojas había fallecido dentro del predio de la institución aparentemente cometiendo suicidio” y que, en ese momento, su mujer, Victoria María Bonorino, se encontraba con licencia médica, por lo cual a cargo de la institución estaba Mariel Cerato, ya que él transitaba por una dura sutiacion familiar. Súñez, por otro lado, afirmó que “nunca brindé medicación a los pacientes y que su funcion era que “los chicos no salten el alambrado”, negando luego haber encerrado a Saulo.
Sin embargo, tanto Súñez como Alejandro Jacinto afirmaron en sus declaraciones que sus turnos eran de 8 a 20 horas e Iribarne afirmó que el hecho ocurrió durante el cambio de turnos.
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