Lucía Ransenberg, abogada de la familia de la víctima, afirmó que para los jueces “no fue suficiente” la presentación de las denuncias y la exclusión perimetral. El próximo lunes recibirán la copia de la sentencia y, luego de analizarlo, apelarán la condena.
La condena a 22 años de prisión para Brian Montenegro (32) por el homicidio de su expareja Débora Natalín Díaz (28) el pasado 21 de febrero de 2016 conmocionó a su familia luego de que los jueces no lo consideraran como violencia de género y femicidio, sino como emoción violenta. Según trascendió después de la lectura de la sentencia el martes pasadas las 12 del mediodía, de los tres jueces solo uno de ellos estaba de acuerdo con la carátula impulsada por la fiscal.
Carolina Carballido Calatayud, fiscal del caso, había solicitado en su alegato que se le aplicara la pena máxima por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género”. Sin embargo, Montenegro fue condenado por Homicidio Agravado por el Vínculo, pero no por Violencia de Género ni Femicidio. “Tomamos conocimiento de la condena, pero ni la fiscal de género ni yo tenemos copia de la sentencia, desconocemos los fundamentos. Recién el lunes próximo tendremos el fallo para ver cuáles fueron esos fundamentos”, expresó Lucía Ransenberg, abogada de la familia de Débora.
“La madre no está conforme, porque quería perpetua. Importa la calificación del hecho como femicidio y, si bien otros familiares estaban conformes porque fue condenatorio y estará preso 22 años, su madre no lo está”, explicó.
Si bien desconocen aún los motivos que llevaron a los jueces a tomar esta decisión, la letrada aventuró a realizar una hipótesis sobre lo que podría haber ocurrido. “Uno puede imaginar que, en el trascurso del juicio, como esta persona pidió disculpas a ambas familias, confesó el hecho haciéndose responsable y comunicándole a los jueces que sabía que sería condenado, probablemente eso haya llevado a este resultado. No hubo otros indicios para que tomaran esta decisión, aunque todavía no conocemos los pormenores”, relató Ransenberg a Resumen.
Tanto para la abogada como para la fiscal, la presentación de las denuncias realizadas por Débora y la existencia de la medida de exclusión perimetral, quedaba comprobado que “está incurso en un homicidio por el género, un femicidio” pero que, según lo poco que les comunicaron hasta ahora “para los jueces no fue suficiente”. “No hubo alegatos exculpatorios por parte del abogado de la defensa, el delito y autoría estaban probados. Fue un tribunal integrado por tres hombres que consideraron un atenuante que deberemos ver cuál es”, comentó.
Lucía Ransenberg afirmó que apelarán a la Cámara de Casación. “Luego hay tiempo para prepararla, puede tardar mucho tiempo, como cualquier otra causa, pero mientras tanto él estará preso”, indicó. Por último, afirmó que, si bien la familia tiene un gran dolor, continúan con fuerzas para criar a los tres hijos de Débora. “Los dos más grandes están con la abuela, mientras que el pequeño está con la tía y tienen asistencia psicológica”, concluyó.
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